Microrrelatos de miedo para uso libre
El llanto y la ceguera de Londres por la noche nublaba un pensamiento turbio, pero constante en mi cabeza. No sabía cómo recordarlo, pero bebía y bebía para apaciguar mis ganas de saberlo. Un libro de tapa dura con un emblema rojo al fuego había en la repisa de la chimenea, provocándome pavor, desilusión y nervios. Sensatez y cordura clamaba mi cerebro pero el miedo me invadíapoco a poco, con calma, como invadía el escorbuto a los marineros. Obtuve fuerzas de mi fortaleza y me levanté del sillón, paso a paso, anduve hasta la repisa de la chimenea para tomar mis anticuados anteojos pero, no pude llevar a cabo mi cometido ya que un vacio invadió mi espalda y alteró mi equilibrio. Caí. Efectivamente, el ladrón se me adelantó y me disparó antes de que pudiera tomar misanteojos para apuntar y coger el revólver escondido dentro del grosor del libro. Mi alma abandonó mi cuerpo y al morirme sólo escuche una voz:
-¡Corten!-exclamó el director. Me incorporé, me limpié la sangre falsa y me fui a tomar un café.
6 y un suicida
Hoy me sentí de forma extraña, me había quedado sin una sólo porque mi dueño necesitaba venganza. El calor me invadió y cómplice quedé de aquelacto. Varios días después me quedé sin otra porque a mi dueño la habían descubierto y no podía ser más discreto no…sólo quedaban 4 y a saber que iba a hacer con ellas. Al día siguiente me dolió mucho más porque me habían quitado otras 2 y ya pensaba que no iba a salir de esta con el tubo limpio. A la hora alguien irrumpió en su hogar, mantuvieron una discusión de 10 minutos y, bajo un grito, midueño me volvió a utilizar. ¡Pum! Cayó el susodicho en cuestión y la bala que quedaba, la que me haría sentir inútil, se dirigió hacia mi dueño. Metió mi cañón en su boca, hizo retroceder el martillo y fue en ese momento cuando me quedé sin dueño y sin balas, quedaré inservible hasta que alguien me recoja y me use de nuevo aunque, el dueño que tenía me caía bien.
Su demencia
Mutiló varioscuerpos, degolló a multitud de animales, cortó párpados, desmembró a gente inválida pero sin duda el acto que hizo que acabara aquí encerrado fue venderle maldad a un niño embriagado por la sed de venganza, haciendo que el círculo vicioso de la humanidad siga.
El tráfico no va a parar nunca
Vi su cara de terror, sus ojos llenos de miedo, sus labios suplicando libertad y su blanco cuelloreprimiendo gritos de humanidad. Aún viendo y notando todas esas cosas no podía permitir que la compasión se adueñara de mi corazón. Conduje por unos parajes helados y sombríos y en determinado momento llegamos a un caserón abandonado, con aspecto de haber visto muchas cosas horripilantes. Saqué a la niña del furgón y la llevé dentro. Nos esperaban 3 hombres vestidos de traje y recibí mi fajo de billetesa cambio de entregarla. Espero que no sufra mucho cuando la obliguen a trabajar por primera vez, pues aún es virgen, pero total, ese no es mi problema.
La venganza es un plato que se sirve caliente
Eran las 23:25, en un restaurante de alta cocina en París me hallaba, trabajando durante varios meses para ganarme la confianza de mis compañeros y para que nadie sospechara de mí ni de mi planpara llevar a cabo mi satisfacción personal. Todo lucía genial, los brillantes cubiertos, los alimentos frescos y una compañía agradable y hogareña. Esa noche había más trabajo de lo normal, platos y más platos servíamos y parecía que iba ser una buena noche. De repente llegó el pedido de aviso:
-¡Rápido! Un flammkuchen para la mesa 10- entendí. Había llegado el momento, el fin de mi venganza,parecía que iba ser algo satisfactorio, así que empecé a hacer la masa de pan, mezclé la cebolla, la panceta y la nata líquida y la esparcí sobre la masa de pan en crudo y, agregué mi ingrediente especial, una pizca de cianuro esparcida con mi bacteria preferida para descomponer el cuerpo y el veneno sin que nadie se dé cuenta: bacillus subtilis. Metí la masa rellena y envenenada en el horno y a...
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