Miedo De Franz Kafka A Su Padre
"Me preguntaste una vez por qué afirmaba yo que te tengo miedo. Como de costumbre, no supe qué contestar, en parte, justamente por el miedo que te tengo, y en parteporque en los fundamentos de ese miedo entran demasiados detalles como para que pueda mantenerlos reunidos en el curso de una conversación"
Franz Kafka: Carta al padre, p. 7."Creías que era, más o menos, así: durante tu vida entera trabajaste duramente, sacrificando todo a tus hijos, en especial a mí. Por lo tanto, yo he vivido cómodamente, he tenido absolutalibertad para estudiar lo que se me dio la gana, no he tenido que preocuparme por el sustento, por nada, por lo tanto, y en cambio de eso, tú no pedías gratitud (tú conoces como agradecen loshijos) pero esperabas por lo menos algún acercamiento, alguna señal de simpatía; por el contrario, yo siempre me he apartado de ti, metido en mi cuarto, con mis libros, con amigosinsensatos, con mis ideas descabelladas; jamás hablé francamente contigo, en el templo jamás me acerqué a ti, en Franzenbad no fui jamás a visitarte, tampoco he conocido el sentimiento defamilia, ni me ocupé del negocio ni de tus otros asuntos, te endosé la fábrica y te abandoné luego, apoyé a Otila en su terquedad, y mientras que por ti no muevo ni un dedo (si siquiera tetraigo una entrada para el teatro), no hay cosa que no haga por mis amigos"
ibid, p. 7
"Todavía años más tarde me perseguía la visión aterradora de ese hombre gigantesco, mi padre, esaúltima instancia, que podía, casi sin motivo, venir de noche a sacarme de la cama y llevarme al balcón, a tal punto yo no era nada para él.
Aquello fue entonces solamente un brevecomienzo, pero esa sensación de nulidad que con frecuencia me domina (en otro sentido, sin duda, también una sensación noble y fértil), se debe en gran parte a tu influencia"
ibid, p. 13
Regístrate para leer el documento completo.