Miedo a hacer el Ridiculo

EL MIEDO DE HACER EL RIDÍCULO (2 Samuel 6: 1-6: 23)

Cuando niño una mañana en que llovió tenazmente en Bogotá, llegue a mi pequeño colegio completamente mojado, la profesora, que había sido maestra de mí madre también, saco de su armario un vestido para cambiarme y dejar secar mi ropa, ¿Un vestido de quién? De la hija menor de ella. Pase todo el horario de clases horrorizado ocultándome en laúltima silla del salón, tratando de escapar del ridículo que estaba haciendo y la burla de mis compañeros.

En otra ocasión, como adolescente en cacería, fui a una fiesta en la que estaban bailando salsa, yo no he sido ni antes ni ahora un bailarín diestro, no hay conexión entre mi odio y mis pies, así que mi primera experiencia fue un desastre. No sé cuántas veces pise a mi pareja, pero lo peorestaba por venir. Esa noche se le ocurrió a alguien hacer un concurso de baile y mi pareja experta bailarina, olvidando el moretón de sus pies, me empujo a participar. Cuando llego nuestro turno y sonó una pegajosa melodía de Celia Cruz, mi cuerpo quedó paralizado y no pude moverme un solo centímetro frente a los gritos y carcajadas estridentes de los demás. Literalmente el miedo al oso meinmovilizo.

Ya como adulto compartiendo tiempo con los hombres de la iglesia en la Soledad fuimos a jugar softball en el diamante de béisbol del Salitre. Ustedes tienen que saber que yo no soy ni ágil ni diestro para los deportes, no soy sobresaliente, así como para el baile mis pies están desconectados de mi cerebro, mis manos también. Y el softball es un juego de agilidad de manos y destreza demovimiento. Como no soy bueno, normalmente me hacía detrás del bateador, en la posición de cácher el que recoge las bolas que el bateador no golpea y las devuelve al lanzador. Pero un día me dieron la responsabilidad de short stop, encargado de uno de los sectores del campo con mayor tráfico de bolas, entre segunda y tercera base, con las responsabilidad de interceptar bolas cortas, elevadas o a rasde piso y cortar cualquier avance en las bases. Hay estaba yo, ascendido a una mejor posición de juego, pero asustado a morir de no meter la pata.

Primera entrada, primer bateador, primera bola entre segunda y tercera, “es mía grite” y me dispuse a recibirla, parecía fácil, pensé por unas milésimas de segundo en el movimiento de las manos, primero la derecha colocando el guante, después laizquierda para asegurar que la bola no salga; primero la derecha después la izquierda, y la bola venia rapidísimo, primero la derecha luego la izquierda y la bola llego, metí primero la izquierda y después la derecha no encontró nada, la bola me había pegado en el índice torciéndomelo y siguió su camino, dándole al otro equipo la oportunidad de anotar una carrera. Por supuesto fui la causa de risa detodos, hasta de los espectadores ocasionales, no sobra decir que nunca más volví a jugar softball, y no por el miedo a torcerme otro dedo sino por físico temor a hacer el ridículo.

Todos nosotros podríamos contar historias similares de momentos en los que hicimos el oso, y creo que todos sin excepción quedamos prevenidos a volver a hacer el ridículo. Las encuestas sobre temores o miedosafirman que el temor número uno que experimentan las personas es el miedo a hablar en público, y que en segundo lugar está el temor a la muerte. En otras palabras la mayoría de la gente prefiere morir antes que hablar en público. ¿Por qué? Por el temor a hacer el ridículo. Este temor o miedo es que nos impide levantar la mano para responder una pregunta porque no estamos seguros de tener la respuestacorrecta. Es el miedo que impide a alguien a pedir una cita porque de pronto le dicen que no. Es el miedo de lanzarse a cambios mayores porque es más seguro estar como esta. Es el miedo que te impide a orar por milagros por mantener una doctrina, Es el miedo que nos impide adorar a Dios con pasión y devoción porque que dirán de nosotros.
¿Cómo adorar a Dios? Con pasión y devoción, delante de...