Mierda
Escrito por Salvador
Ya
te presiento, imperceptible Genal
Quise preguntarme porqué mis manos estaban vacías
y, desde la lejanía,
se me abrió el corazón de su bosque mediterráneo
-tierras rojas y pardas-
enredando el quebrado alcornoque de corcho maleable,
la encina verdinegra y clara y el hijo chaparro,
rechoncho y bajito,
junto aldolorido quejigo de bellotas rutilantes.
En la cercana presencia de su calurosa altivez.
Huelo el agridulce sabor de la adelfa
-herida del corazón-
que se despide titilando sobre el sol del atardecer
con añoranza de virgen perturbada.
En penumbra, el sotobosque leñoso y aromático,
enmarañado de lentiscos y zarzamoras,
nos muestra su cortejo de pinos y madroños.
En elmargen de sus aguas,
el dosel inquieto de chopos y olmos.
Veo salir de las madrigueras conejos
-y no hurones-
a beber en las frías aguas que huyen hacia
el estuario nacido de las mareas
que rebotan desde el Atlas,
mientras los vientos azotan mis oídos
y silencian los mugidos de las vacas y de los otros
animales
que acostumbran a parir en los inicios del año.
Uncaracol de perpetuos ecos silenciosos
sobre el triángulo rugoso del lindero.
Gorriones atrapados en la pleita pegajosa
junto al charco de juncos remansado de espacios.
Ronronean los gatos en el patio del cortijo.
Las almas gimen y expulsan sus sueños hacia el Castillo
que se escapa sobre laderas de tiempos y de silencios.
Por encima del viento
que trasporta instintos yrecuerdos.
Ya siento la sangre que llora la chumbera
entre el extraño dolor de sus punzadas.
Ya oigo los cascos de los caballos de contrabando
al trepar por riscos y caminos …
Ya presiento el rumor de sus últimas aguas en los meandros del desamor.
Ya se llenaron mis pies del polvo que desgrana la guitarra
cuando vuelvo hacia atrás la mirada atosigada.
Ya
te presiento,imperceptible Genal
elena jimenenz
quizá porque mi niñez
sigue jugando en tu playa
y escondido tras las cañas
duerme mi primer amor,
llevo tu luz y tu olor
por donde quiera que vaya,
y amontonado en tu arena
tengo amor, juegos y penas.
Yo, que en la piel tengo el sabor
amargo del llanto eterno
que han vertido en ti cien pueblos
de Algeciras a Estambul
para que pintes de azul
sus largasnoches de invierno.
A fuerza de desventuras,
tu alma es profunda y oscura.
A tus atardeceres rojos
se acostumbraron mis ojos
como el recodo al camino...
Soy cantor, soy embustero,
me gusta el juego y el vino,
tengo alma de marinero...
Qué le voy a hacer, si yo
nací en el Mediterráneo.
Y te acercas, y te vas
después de besar mi aldea.
Jugando con la marea
te vas, pensando envolver.
Eres como una mujer
perfumadita de brea
que se añora y se quiere
que se conoce y se teme.
Ay, si un día para mi mal
viene a buscarme la parca.
Empujad al mar mi barca
con un levante otoñal
y dejad que el temporal
desguace sus alas blancas.
Y a mi enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo...
En la ladera de un monte,
más alto que el horizonte.
Quiero tener buenavista.
Mi cuerpo será camino,
le daré verde a los pinos
y amarillo a la genista...
Cerca del mar. Porque yo
nací en el Mediterráneo.
Naci en el Mediterráneo.
Naci en el Mediterráneo
manuela muller
Poema Bosque de Angel Gonzalez
Cruzas por el crepúsculo.
El aire
tienes que separarlo casi con las manos
de tan denso, de tan impenetrable.
Andas. No dejan huellas
tus pies. Cientosde árboles
contienen el aliento sobre tu
cabeza. Un pájaro no sabe
que estás allí, y lanza su silbido
largo al otro lado del paisaje.
El mundo cambia de color: es como el eco
del mundo. Eco distante
que tú estremeces, traspasando
las últimas fronteras de la tarde.
Paula Sierra
AL bosque mío entro con raíces,
con mi fecundidad: De dónde
vienes?, me pregunta
una hoja verde y ancha...
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