Migraciones

EL FUSILAMIENTO DE MILLATUREO
Por: Luis Mancilla Pérez
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Comparsa de esquiladores chilotes en una estancia de la Patagonia argentina, año 1930.


No se si esta historia ocurriórealmente o fue imaginada por don Leonidas Álvarez Raimilla que a los 92 años me contó la muerte de su compadre “Coche Maña” Millatureo en la estancia La Anita. Es que la historia que se basa en laoralidad tiene las porosidades del olvido y cae en los pantanos de la subjetividad cuando a los recuerdos se adhieren las emociones y sentimientos. Pero de lo que no quedan dudas es que en La Anita elcapitán del ejército argentino Pedro Viñas Ibarra mandó a fusilar a cientos de chilotes para terminar con la peste de los tumberos que ensuciaban la Patagonia argentina.
Por el pedregoso lomerío delos faldeos de Cerro Camporro los milicos argentinos persiguieron a José Maria Millatureo. Después de muchas escapadas y escondrijos lo atrapan oculto entre las matas de calafate. Temblaba de miedo ytenia la ropa hecha harapos. Estaba sin armas, ni espuelas. Ataron sus manos con alambres usados en los cercos de los deslindes de potreros. El sargento lo insulta y los soldados lo escupen cual sifuera un perro mugriento, un carroñero sarnoso; a rebencazos lo llevan hasta donde Viñas Ibarra. Quien frente a la casa patronal de la Estancia La Anita se pasea con las manos en la espalda, altanero,mirando con desprecio a esos chilotes hijos de mala madre que tiemblan de miedo formados al amanecer esperando lleguen los administradores y dueños de las estancias a elegir a los peones fieles, a lossumisos, a aquellos que no crean problemas.
Es el tercer día de estar parados mirando los cerros por donde huyeron los compañeros que nunca creyeron que el ejército solucionaría la huelga, sincomer, deseando que alguien se apiade y los elija para las faenas que comienzan ahora que se ha acabado todo. Pero saben que al atardecer a los menos afortunados los encerraran en el galpón de...