Miguel Grau
“Épocas hay en que todo un pueblo se personifica en un solo individuo. El Perú en 1879 no era Pardo, La Puerta, ni Piérola, era Grau” cuando leemosesta frase en el ensayo de elogio a Miguel Grau por parte de González Prada solo nos viene a la mente los acontecimientos de la Guerra del Pacífico y nos trae recuerdos de innumerables héroesporque…¿Qué sería el Perú sin Grau en Punta Angamos o Bolognesi en el Morro de Arica? ¿Y es que acaso olvidamos a muchos otros?
Como del carbón sale el diamante, así de la negrura de esta guerra sale MiguelGrau. Nadie niega que existieron muchos héroes que quedaron en el anonimato durante este tiempo pero tampoco nadie podrá olvidar al Huáscar y sus correrías y como se venció a una escuadra chilena pormucho superior pues que hubiera sido si hubiésemos poseído la Covadonga o el Blanco Encalada.
La gloria de Grau no es solo del 8 de octubre es de muchos días, semanas y meses de trabajo sin cesar.Debemos mucho al Huáscar y al alma del monitor que fue Miguel Grau ya que nos devolvió en esas épocas tan difíciles el orgullo nacional que creíamos perdido pues sus triunfos parecían imposibles pero nadani nadie ni siquiera el valeroso hombre del mando enemigo Arturo Prat pudo detener a este héroe.
Un día el menos pensado aparece cuando se estaba desmoronando nuestra Patria la serena y sencillafigura de un piurano modesto que demostró tanta humildad que salvó a muchos náufragos de la Esmeralda, envió cartas a la viuda de Prat y hasta se negó a aceptar un grado superior otorgado por elParlamento ya que no deseaba abandonar a su amigo fiel, el monitos Huáscar.
Es cierto perdimos la Guerra pero los peruanos podemos perdonarnos esto, podemos perdonarnos tanta sangre derramadainjustamente y podemos perdonarnos la actitud de muchos. Pero jamás nos perdonaríamos si hubiese existido cobardía, todo podíamos perdonar menos que el comandante del Huáscar se hubiera rendido antes de...
Regístrate para leer el documento completo.