Miguel Hernandes

Tradicionalmente, Miguel Hernández, pertenece, junto con otros grandes de su época, como Camilo José Cela o Miguel Delibes (aunque estos brillaron en la narración) a la llamada Generación del 36, pero debido a sus afinidades personales y poéticas con algunos de los autores del 27, como Federico García Lorca o Aleixandre, llegó a ser incluido como hermano menor o como decía Dámaso Alonso, genialepígono de la generación del 27.
En la siguiente exposición trataré la vida, el amor y la muerte en la poesía de Miguel Hernández, estudiadas por separado en las distintas fases de su vida y obra poética
De Miguel Hernández, podemos observar, a partir de sus biografías, de las que destacamos con diferencia la de Miguel Hernández. Pasiones, cárcel y muerte de un poeta, de José Luis Ferris, comolos acontecimientos de su vida y su obra son prácticamente inseparables. El poeta llegó a convencerse de que no queda más remedio que aceptar la vida como un sufrimiento, una pena o una sucesión de heridas. A partir de ello, muchos sostienen que toda la producción del poeta es una confirmación de lo que Heidegger, un filosofo existencialista decía: El hombre es un ser para la muerte.
Su vida, lacual podemos considerar que comienza de modo natural, casi festiva e inconsciente, veremos como acabará por convertirse en una fatal tragedia, aunque a pesar de ello e incluso en las situaciones más nefastas, como su etapa final en la cárcel, demostró una gran calidad humana.
Después de esta pequeña introducción, que nos ha puesto en situación acerca del tema que se tratará, comenzaré el análisis.Primeros poemas
En los primeros poemas (podemos considerar como tales hasta los que se integran en El rayo que no cesa) podemos observar como integran una cierta despreocupación consciente y un gran vitalismo. En esta etapa, podemos considerar que su vida va por un camino (sueña con dedicarse a la poesía) y su obra por otro (contempla el mundo desde la perspectiva de sus poetas leídos yadmirados).
Así mismo, son numerosos los poemas en los que se rinde homenaje a la naturaleza con un júbilo casi eufórico: las plantas, los animales… todo lo vivo es bello. Lo natural es fuente de inspiración (como podemos observar por ejemplo en su poema La Granada, de perito en luna) y experiencia, debido a que se le ofrece un amplio caudal de imágenes y una especie de fundamento de vida dedicada avivir a leer y a escribir.
Aquí no hay muerte, como mucho puede tratarse de una muerte anunciada por la llegada del atardecer (esos que sorprenden al poeta leyendo bajo un ciprés mientras se encienden las estrellas y se apaga la luz del día) y si se percibe algo de pena en sus obras anteriores a el rayo que no cesa, se trata de una pena más literaria que vivida, ya que es una especie de melancolíaque lo acerca más al dolor artificial e imitado que a la pena real de la que quedará enredado existencialmente más adelante.


A partir de El rayo que no cesa.
Una vez pasada la exaltación de la naturaleza, llega la fase melancólica de Miguel Hernández, basada en la interiorización de la vida circundante. Se puede percibir un toque de muerte que inunda de tristeza el paisaje e incluso al mismopoeta. Cada uno de sus poemas lleva algo de vida y muerte
(…)
La vida siempre se presenta amenazada por fuerzas incontrolables.
Para el Miguel de esta etapa, todo lo que nace del corazón está condenado a vivir y todo lo que nace del vivir está condenado a morir. Es un vitalismo trágico en el que todo queda envuelto por un fatalismo sobrecogedor.
Aquí Miguel retoma el tópico literario queinstitucionalizó Góngora en su soneto ``Por competir con tu cabello´´ pero la diferencia entre Góngora y el poeta oriolano reside en que la certeza del final viene precedida en el primero de una juventud representada por metáforas florales mientras que en Miguel predomina un campo léxico lleno de vocablos de connotación dolorosa.
Tanto el elemento de la vida como de la muerte en Miguel Hernández...