Miguel Soler
Alejandra Dego | Maestra Directora del Centro “Agustín Ferreiro”. Canelones. Limber Santos | Maestro. Coordinador CAPDER Canelones Centro. Docente e investigador del
Departamento de Historia y Filosofía de la Educación, UdelaR.
Encuentro con una alumna del Maestro Miguel Soler
Desde la ciudad de Tacuarembó transitamos por ruta 26 hasta cruzar el TacuarembóGrande y pasar por Villa Ansina. Enseguida tomamos por un camino vecinal hasta llegar a Los Vázquez, lugar donde, a principios de la década del 40, Miguel Soler trabajara por primera vez como maestro rural. El lugar es hoy un paisaje típico del norte uruguayo, con pequeñas casitas y ranchitos salpicando la penillanura. Avanzando por el camino angosto y antes de llegar a estancias de inimaginableextensión, vimos el perfil inconfundible del local escolar. Hoy, la Escuela Nº 89 de Los Vázquez ocupa un predio ubicado a un quilómetro y medio de aquel viejo edificio en el que trabajó Soler.
pero siempre en predios alquilados. El actual es el cuarto local y está en un predio del organismo. “El Maestro Soler, sí como no. Cuando mi hermano, el mayor de todos, tenía un quiste en el pulmón y aquí (enTacuarembó) no operaban, tenían que llevarlo y él (Soler) le mandó una carta a mi padre y mandó, para llevarlo al Hospital de Clínicas en Montevideo. Y le prestó 100 pesos todavía”, relató Lorenzo cuando le preguntamos si había oído hablar del Maestro. Y esa fue la primera impresión recogida en Los Vázquez, guardada por décadas en esa memoria silenciosa de tropero y changador.
La memoriasilenciosa Estamos en vacaciones, pero hay un lugareño frente a la escuela, con su caballo atado al alambrado. Lorenzo Dos Santos vive en Ansina, pero todos los días viene a cuidar su ganado que está en un campo lindero a la escuela. Y todos los días vigila celoso ese lugar que es de todos. Lorenzo nos indicó desde la portera, los lugares exactos donde había estado la escuela anteriormente, incluso ellugar donde estaba el local en el que trabajó Soler. “Allá arriba, donde está aquel árbol solo”, dijo indicando lo más alto de la colina. Con siete años, Lorenzo fue a esa escuela, “grande y de ladrillos”. Fue el segundo local que tuvo la escuela, el primero había sido de terrón y el tercero fue de material,
Don Lorenzo Dos Santos Abril 2009 / QUEHACER EDUCATIVO / 101
EDUCACIÓN RURAL
DoñaJuanita Ya nos estaba esperando. Desandamos el camino que nos condujo a la escuela, y al final de la bajadita entramos hacia una casita ubicada al fondo, debajo de unos árboles. Lúcida, firme y de ojos brillantes, nos encontramos con la mujer que, cuando niña, conformó el primer grupo que compartió con Miguel Soler aquella vieja escuela de ladrillos, junto a los eucaliptus. Y la historia se nos abriólimpia, clara, casi sencilla; con la serenidad que provoca el tiempo transcurrido. Doña Juanita nació en Yaguarí hace 76 años y se vino con nueve años a Los Vázquez, cuando sus padres instalaron un almacén en el lugar. Nunca se fue de allí. “Mi padre tenía almacén, el kerosene venía en unas latas de 20 litros y se distribuía por bono, según el tamaño de la familia. Las había con 10 o 12 hijos.”Cuando el Maestro Soler estuvo hace poco tiempo en Paso de los Toros, Juanita le dijo a uno de sus hijos que lo buscara. Así lo hizo y pudieron hablar por unos minutos. Más adelante, el propio Maestro llamó por teléfono a Juanita y, según ella nos relató, hablaron cerca
de dos horas. “Juanita, ¿fuiste al liceo?”, le preguntó Soler. A lo que ella le respondió: “No, la educación que tengo es laque me dio usted”. La pregunta del Maestro refería a la “mente despejada” que percibía en Juanita, luego de tantos años.
La llegada Juanita nos cuenta que Soler era “muy jovencito” cuando llegó a Los Vázquez. Ella estaba en primero y había pasado a segundo. Llegó en la época de la gran sequía del '42, plena guerra mundial, una “pobreza tremenda” y mucha población en el lugar. Todos vivían en...
Regístrate para leer el documento completo.