Mijail Bajtin, Estética De La Creación Verbal

"Todo hablante es de por sí un contestatario, en mayor o menor medida: él no es un primer hablante, quien haya interrumpido por vez primera el eterno silencio del universo, y él no únicamente presupone el sistema de la lengua que utiliza, sino que cuenta con la presencia de ciertos enunciados anteriores, suyos y ajenos, con los cuales su enunciado determinado establece todo tipo de relaciones(...)".

El presente pasaje corresponde al texto escrito por Mijail Bajtin, Estética de la creación verbal. En el mismo, el autor se distancia de otras filosofías lingüísticas tales como la de Vossler y la de Saussure. Estas corrientes centran su análisis en el hablante, al cual presentan como el actor activo en el proceso de comunicación discursiva. El otro actor al que refieren, el “oyente”, esquien participa en la recepción y comprensión del discurso pasivamente. De este modo, el proceso de comunicación discursiva se presenta como un proceso unilateral, subestimando la función comunicativa de la lengua.
Bajtin señala que este esquema pertenece a determinado momento de la realidad, pero que no puede asumirse como la totalidad real de la comunicación discursiva puesto que eso constituyeuna “ficción científica”. A diferencia de estas corrientes, sostiene que no sólo el hablante cumple un rol activo en dicho proceso, sino también el otro ya que este último “al percibir y comprender el significado (lingüístico) del discurso, simultáneamente, toma con respecto éste una activa postura de respuesta”[1]. Es decir, el discurso no sólo constituye a quien lo enuncia al reconocerse comosujeto enunciador, sino que simultáneamente constituye a ese otro que participa activamente de la comunicación.

Asimismo, señala que son varias las formas de respuesta, es decir que la comprensión activa puede traducirse tanto en una acción inmediata como en una “acción retardada”. Así es que toda comprensión genera una respuesta, sea cual fuere su forma, y es por ello que Bajtin sostiene quetodo oyente se convierte en hablante. Así como todo hablante es un contestatario. A esto, fundamentalmente, refiere parte del pasaje seleccionado: todo hablante se apoya en enunciados anteriores ya que “todo enunciado es un eslabón en la cadena, muy complejamente organizada, de otros enunciados”[2]. Es decir que cualquiera sea el objeto del discurso del hablante, este ya ha sido abordado. El autor escontundente al señalar que el hablante no es un Adán bíblico.

Para Bajtin, el enunciado constituye la unidad real de la comunicación discursiva porque el discurso existe en la realidad en forma de enunciados concretos que pertenecen a los sujetos discursivos. En este sentido, es posible delimitar el principio y el fin de cada enunciado por el cambio de los sujetos del discurso.

Al respecto,Bajtin señala que la alteración de los hablantes es más fácilmente observable en un diálogo real. En esta forma de comunicación discursiva, los enunciados son denominados réplicas, y las mismas se relacionan entre sí de un modo diferente a la forma en que se vinculan palabras con oraciones ya que las relaciones entre las primeras se entablan a partir de la existencia de enunciados pertenecientesdistintos sujetos discursivos, es decir, a partir de la existencia de un “otro”.

Bajtin le otorga a los enunciados una importancia fundamental ya que considera que “el lenguaje participa en la vida a través de los enunciados concretos que lo realizan, así como la vida participa del lenguaje a través de los enunciados”[3] , en una relación dialéctica. De este modo, los enunciados reflejan yrefractan las condiciones específicas y el objeto de todas las esferas de la actividad humana. Es decir, cada una de estas esferas elabora “tipos relativamente estables de enunciados denominados géneros discursivos”[4], los cuales son sumamente heterogéneos entre sí, incluyendo tanto a una orden, como a un relato, pasando por una carta, entre otros.

Bajtin distingue principalmente entre géneros...