Minkey
El moreno caminada por la calle, las manos en los bolsillos, las ojeras, el innecesario arrastre del talón del zapato, expresaba a gritos que estaba desesperado, devastado, a punto de caer en la locura.
Otra vez mis padres peleaban por dinero, era de lo único que hablaban y a mí no me quedaba más que observar como el señor que ponía bonito el jardín llevaba a sus espaldas un niño rubio ydelgado que risoteaba como si cabalgar en aquella espalda fuera lo más divertido del mundo.
-Minho ven a la sala- demandaba mi madre, ella me amaba, ambos me amaban, pero ellos… eran otra historia.
Baje lo más rápido que pude y tome asiento en el sillón más grande.
-¿Qué paso padres?- pregunte con educación, después de todo ellos estaban serios yo también tomaría seriedad.
-Ya que tienes 12años y estas creciendo campeón, es hora de que conozcas con la que te casaras, y llevaras en tu vida de jefe de la empresa- otra vez con eso, porque no dejaban de fastidiar, soy solo un niño, las niñas aun me parecen repulsivas.
-Sera mañana pequeño- y de nuevo sin replicar, asentí –Choi, amor- se dirigía a mi padre, su relación era extraña –el jardinero quiere hablar con nosotros-
-Hazlo pasar-demando mi padre.
Yo no me fui a mi habitación como de costumbre, pues la rubia cabellera llamo mi atención. El hombre, humildemente vestido con aquella criatura de la mano, tomó asiento en el sillón de dos plazas, y mi madre junto a mí.
-Adelante ¿Qué sucede Leeteuk?- mi madre afable lo incitaba a hablar.
-como sabrán mi esposa Taeyon murió hace poco- aguanto la tristeza, recuerdo ese funeralfue hermoso, a pesar de ser humilde, había flores campestres por todo el lugar –yo, quisiera saber si ¿nos podrían dar cavidad a mi hijo Kibum y a mí?- tomo fuerte la mano pequeña que lo abrazaba con anhelo.
-Leeteuk amigo claro que si- mi padre se acerco a ellos, era muy amable- ¿Dime pequeño cuántos años tienes?- se dirigió al más bajo.
-Diez años, y me llamo Kim Kibum y prometo trabajar duropara que nos dejen vivir aquí, pero por favor no nos echen a la calle no quiero ver llorar a mi papa, el está muy triste desde que mama voló al cielo- hablo rápido, con los ojos escocidos en lágrimas que luchaban por salir.
-Claro que si, esta será tu nueva familia- mi madre conmovida hasta la medula lo abrazaba queriéndole transmitir algo que no le correspondía; el amor de una mama.
Así fuecomo Kibum ingreso a mi jardín lleno de rosas…
No quería llegar a aquel departamento, a pesar de haber tomado la ruta larga, sentía que iba muy a prisa, desvió su camino y se dirigió a una hermosa cafetería con olor a chocolate caliente.
Era el día de conocer a su prometida y su mama le había puesto un hermoso traje de marinerito que a él le parecía ridículo, las calcetas le daban comezón y loszapatos le apretaban. Enfadado con su tonto parecer, salió al jardín de rosas que su casa modelaba preciosa.
Todas las rosas eran hermosas, rojas, blancas, rosa, melocotón. Los colores se acoplaban, simplemente su lugar favorito de la casa, siempre que estaba triste o pensativo lo visitaba. Esta veza era la segunda, pero no por su supuesta ‘Prometida’ a temprana edad, si no por Kim Kibum aquelniñato sin madre. No podía dejar de observarlo, era bonito, muy bonito, y sonreía grande como si con eso su tristeza se esfumara.
-agg- escuche un quejido entre las rosas blancas, que apresaban una barda del mismo color.
-¿Quién anda ahí?- pregunte temeroso.
-Soy yo Kim Kibum- rodee la barda al escuchar su voz, encontrándolo con la manita bañada en sangre.
-¿Que paso?- pregunte asustado.
-Solo mecorte el dedo con una espina- sonrió –no pasa nada-
-¿Cómo que no pasa nada?- lo tome de la muñeca sin pensar, sintiendo su tacto suave ¿Cómo quería hacer trabajo duro siendo tan delicado? Sus manos se dañarían, yo no quería eso.
Lo lleve dentro de la casa, directo a la sala y lo senté en el sillón grande, y fui con mi madre a avisare lo que pasaba.
Corrí por las escaleras y recordé que tal...
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