Mio Cid
El primer cantar relata el exilio del Cid y su pesar por la decisión injusta del Rey Alfonso —al que sigue siendo fiel—, influenciado por los «enemigos malos» que abordaremos másadelante. Tan infundada es la medida de Alfonso que el Cid inicia su travesía con los ojos «fuertemientre llorando»; es decir, con pena y lástima por la acción que lo afecta, que le impide cobijaradecuadamente a sus hombres y que lo aleja de su familia.
Sin embargo, el Cid —perfecta encarnación del héroe cristiano— tiene un sueño cuyo vaticinio es alentador (a diferencia de los sueños deCarlomagno en Roldán):
En cuanto que fue de noche el Cid a dormir se echó,
le cogió un sueño tan dulce que muy pronto se durmió. 405
El arcángel San Gabriel a él vino en una visión:
“Cabalgad, cid —ledecía—, cabalgad, Campeador,
que nunca tan en buena hora ha cabalgado varón,
bien irán las cosas vuestras mientras vida os dé Dios”.
Mío Cid al despertar la cara se santiguó. 410
Esto refleja laayuda divina que, junto a su perfección ética, le permitirían triunfar, aunque antes deberá derrotar a sus fuerzas internas, como se grafica en el diálogo con la niña pequeña; de ahí en adelantepuede vencer cualquier obstáculo externo:
La niña de nueve años muy cerca del Cid se para: 40
“Campeador que en bendita hora ceñiste la espada,
el rey lo ha vedado, anoche a Burgos llegó su carta,con severas prevenciones y fuertemente sellada.
No nos atrevemos, Cid, a darte asilo por nada,
porque si no perderíamos los haberes y las casas, 45
perderíamos también los ojos de nuestras caras....
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