Miomiomiomiomio Mio
Sentía lástima por su situación. Nos conocimos desde niños. Vivía cerca de mi casa. La madre de él era bastante amiga de mi madre. Esa fue una de las razones por las cualesme empecé a enterar de su situación. El padre bebía con frecuencia. El señor era un profesor, pero lamentablemente tenía serios problemas con el licor. Durante años había luchado pero todo había sidoen vano. Probablemente, le faltó coraje, determinación y mucha fuerza de voluntad para dejar la botella. Pero bueno, el hecho está en que César creció en medio de muchas dificultades.
Fueron muchaslas ocasiones, en las que llegaba a mi casa, con la excusa de ir a jugar, no sé, quizá él tendría unos ocho años de edad, pero en el fondo, yo sabía realmente que no eran sólo las ganas de jugar, sinoque más aún era un mecanismo de escape para olvidarse por un momento de la situación conflictiva de sus padres.
Los padres reñían con frecuencia. El padre de César daba clases en una pequeñaescuelita de un barrio pobre de Madrid. Trataba de pasar la mayor parte del tiempo fuera de casa. El escaso tiempo que pasaba con su familia, se caracterizaba por conflictos y contiendas. El licor, venga, lovolvía muy agresivo. Realmente lo desinhibía, y resultaba haciendo cosas que jamás hubiera hecho estando sobrio.
César llevaba una vida sufrida. Muchas veces me sentí tentada a socorrerlo. Pero mesentía imposibilitada. El tiempo transcurrió, y llegamos a la adolescencia. Físicamente, no me atraía mucho, pero bueno, no estoy diciendo que era feo. Lo que trato de decir es que no me gustaba losuficiente. Es atractivo, decían muchas chicas. Les atraía el color de su piel, la forma de su nariz y sus expresivos ojos avellanados. Sin embargo, a mí no me atraía lo suficiente como para volvermenovia de él. Lo que sí comenzó a atraerme poderosamente, hombre, era su situación. Empecé a sentir enormes deseos de cambiar su forma de vida.
Fue en los primeros años de la preparatoria, en los que él...
Regístrate para leer el documento completo.