Miradas Cotidianas Sobre Violencia En Caracas

Miradas Cotidianas sobre la Violencia: Una Interpretación I.

Guillermo E. Pérez R.

¿Qué será la Violencia? Parece una pregunta académica propia de disertaciones interdisciplinares como se intenta en este curso de ampliación. Pero una pregunta que sí puede responder cada persona es ¿de qué se trata la sensación de violencia?, pues la respuesta depende en cierto modo de cada quién; de cómovive y se mueve por un entorno determinado. Pero si ese entorno es la caracas del recién comenzado siglo XXI, seguramente la sensación de un gran número de personas coincidirá en muchos vértices. Sobre una de las situaciones más cotididianas de esa sensación de violencia que puede experimentar cada ciudadano, es mi pequeña historia de vida: la experiencia en un “carrito” o medio de transportepúblico.

Se trataba de una noche cualquiera, o quizá sería mejor decirle final de tarde (pues la falta de estaciones en este lado del mundo hace que oscurezca relativamente más temprano que en otros lugares). En todo caso, ya es consabido que el simple asomo de la cortina nocturna, a partir de la paulatina retirada del sol, es suficiente para elevar la atención y los nervios de los habitantes deesta ciudad, independientemente de la hora. En fin, una vez que pude entrar al denominado “carrito”, percibí la tranquilidad y pequeña felicidad de cumplir con uno de los pasos del rito cotidiano de mi arribo hogareño al terminar la jornada del día; sobre todo porque además de espacio para ocupar, el medio de transporte contaba aún con unos últimos puestos.

Sin embargo no faltó mucho para que mipequeño atisbo de felicidad fuera sustituido por la angustia y los nervios, cuando pude percatarme de un grupo de al menos tres hombres muy ruidosos, hablando entre ellos en un tono y un talante de voz que a simple vista puede ser interpretado como poco amigable. Cuando uno presencia una conversación común y corriente entre venezolanos, puede corroborar un estilo cercano, pero algunos modismosque parecen cada vez más duros y agresivos. Se trata de aquella forma del habla que se ha convertido en un símbolo de aceptación entre un número de grupos sociales más extensivo de lo que estaríamos dispuestos a reconocer, y que se entiende como el “lenguaje malandro”.

Lo cierto es que estas tres personas que estaban justo detrás de mí, pudieron causar angustia o nervios por el sólo hecho desus actos de habla, los cuales fueron interpretados emocionalmente, como posibles amenazas a mi seguridad. En todo caso, aunque se impuso el razonamiento sobre la amígdala -pues correr o salir del carrito no parecían opciones favorables, aunque fuesen deseables- sí se logró activar mi interés en aquella escandalosa conversación (quizá una manera de reconocer cualquier cambio que significaraagresión real y poder reaccionar). Mas, mi sorpresa fue no sólo percatarme que aquellas tres personas, a pesar de su estilo “malandro” de habla común, no eran amenazas reales, sino que además su conversación me pareció simpática e hilarante, producto de las cosas que decían y la forma en que lo decían.

Resultaban ser unos trabajadores de un bingo cercano a mi casa, transportándose a su nueva guardianocturna. Lo más interesante es que eran: un caraqueño, un marachucho y un oriental (que muy bien podría ser de Carúpano o alguna de las ciudades caribeñas). Ante esta tremenda diversidad intracultural venezolana, es normal que cualquier conversación llegue a extremos hilarantes, sobre todo para aquellos que no participan de ella, pero que nos habíamos convertidos en asistentes inevitables.Verdaderamente sentí ésta como una experiencia muy particular, pero preguntándome si podría formar parte de una sensación de violencia urbana. Por una parte, es llamativo el hecho de que la conversación de estos tres personajes estuvo versando todo el tiempo sobre acontecimientos de violencia que, o bien habían sufrido ellos mismos, o bien sus familiares o sus amigos. En este sentido, durante la...