Mirar A Onetti

Páginas: 26 (6259 palabras) Publicado: 22 de mayo de 2012
Mirar a Onetti.

Por Max Román

Tuve lastima y simpatía por aquel muchacho, bien vestido con pobreza y mal alimentado pero compensado por aquel amor absurdo, por la fijación de sus ambiciones.
Onetti. Cuando ya no importe.

Yo nunca leí a Onetti. O al menos como él quería que lo hiciéramos, sus lectores a los que no nos dedicaba nada más que a el mismo (un vaso de whisky en mano, uncigarro eternamente prendido, suave, triste, estúpido en su existencia). Pero siempre traté de mirar a Onetti. Mi primer contacto con Onetti fue un año antes de su centenario, exactamente en las fechas de los 99, agosto del 2008, en un curso con Carlos López sobre novela latinoamericana. Tocó leer Juntacadáveres por petición de una compañera emocionadísima por la anécdota sobre el encuentro de Borges yOnetti en una cervecería de Buenos Aires que ese mismo profesor nos había relatado. Teníamos que leerla en una semana y cuando fui a la librería tenía muy poco dinero y no me alcanzaba para la edición de Punto de Lectura que se antojaba muy económica. Terminé llevándome Los adioses, hipnotizado y enternecido por su suave y melancólico titulo. Fue de terror cuando me percaté que había llegado a lapágina 50 (el libro duraba unas 100) y no se me había pegado ni una sola palabra del narrador, el tendero que atiende el almacén de suministros en la colonia de leprosos en las montañas. Recuerdo que solo había quedado una escena muy bien plasmada en mi memoria que venía muy a menudo a mis noches: cuando el viejo tendero cuida a la mujer joven dentro del auto alquilado que los lleva al hotel dondeel basquetbolista retirado la espera. Lo relacioné, en primera instancia, con una estética oscura, silenciosa, melancólica y pesimista pero hermosa, que no se alteraba por estas palabras, sino por una poética rara: el cine negro norteamericano. Hubo mucho, de lo visual en Onetti que me obsesionó por encontrar, algo que me ahuyentaba de sus lecturas: el sondeo de los instantes de silencio, de laoscuridad, de un lenguaje que no me hacía ver solamente palabras ni me llevaba por ideas filosóficas y laberintos borgianos, ni por los juegos tragedicos cortazarianos. Lo maldije, chasqueando la boca, porque ninguna palabra se me quedaba en la cabeza.
-Pinche Onetti.
Pero ahí estaban las imágenes.
Seguí odiándolo y llegó el año 2009, un año que pudo bien enfermarlo y recluirlo los 365 díasen su cama, enfrascado en noveletas policiacas o si no buscando lo hermoso en Proust.
Hace poco encontré un par de entrevistas que le hicieron en España en sus últimos años de vida. Uno puede verlo sin camisa, quemado por la edad (¿tostado como sus diarios viejos en las ventanas?), tirado en una cama anclada en un departamento en la calle América, en una Madrid que deseaba ser Madrid tras lamuerte del viejo fascismo, al leer las primeras “entradas” de su última novela Cuando ya no importe:

También recuerdo que en aquellos tiempos la gente de Monte huía de su ciudad, cruzaba el rio para llegar a la gran capital transformada entonces en cabecera del tercer mundo (…) No puedo olvidar a los de Monte (video) que soñaban con otro modo de vivir, los del todo o nada, los que no temían apostarsuicidio contra vivir de verdad en aquellos países europeos de donde llegaron sus abuelo, desde España e Italia, se fusionaron y así quedo creada la raza autóctona.

Esta es una novela que parece un testamento y al mismo tiempo una carta final de despedida. Pero esta novela la abordaré más adelante.
Para estas fechas Onetti tendría unos 102 años de edad. En el año 2009 se celebró sucentenario. Fue un evento silencioso y taciturno ver la fotografía de un enorme anuncio espectacular sobre el teatro Solís de Montevideo, con un Onetti en blanco y negro, mirando sobre “Monte” y a lado de su figura la fantástica frase “Onetti es Montevideo”. El centenario trajo una oleada de artículos periodísticos, dos películas (Yo nunca leí a Onetti de Pablo Dotta y Mal día para pescar de Alvaro...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Onetti Y El Pozo
  • Onetti vida
  • Onetti En Puntas
  • BIOGRAFIA DE ONETTI
  • RULFO Y ONETTI
  • LA MIR
  • Mira
  • La mira

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS