Mirathon: Distrito Para Correr
Por Martín Mejorada Chauca
Vivir en Mirathon es un placer en muchos sentidos, pero también un dilema para quienes creemos en la libertad como underecho que merece delicado tratamiento y excepcional limitación. Libertad en el sentido más amplio, aunque interesa destacar dos de sus manifestaciones más saltantes: tránsito ypropiedad.
Los domingos en Mirathon son especiales. Es frecuente ver a media mañana como cientos de personas apresuran el paso para llegar de un punto a otro, ocupando las vías másimportantes del distrito, sin perderse porsupuesto el bello y extenso malecón. Durante la jornada que toma algunas horas, las vías son cerradas por agentes de la ley y serenos. Loshabitantes motorizados del distrito y los eventuales visitantes, algunos resignados otros rebeldes, tienen que esperar a que termine la cuadrilla de atletas para salir de su vivienda onegocio, para llegar a ellos o simplemente para continuar el paso. La ciudad se detiene hasta que termina el recorrido de los apresurados participantes. “Paciencia señor” es todo lo queatinan a decir las autoridades que cercan el evento.
Ningún derecho es absoluto. La libertad de tránsito y la propiedad admiten limitaciones, pero ¿qué razones poderosas puedenlimitar derechos constitucionales como los mencionados?. Los conceptos claves son: “bien común” y “reserva de ley”. Solo se pueden establecer limitaciones a favor del bien común y siempreque una ley lo autorice. El bien común no es el interés de un grupo, por más numeroso, respetable o apreciado que sea, sino el bien de toda la sociedad. La reserva de ley aseguraque una limitación no provenga del capricho o la torpeza de un burócrata, sino de la previsión de una ley del Congreso. La excepcionalidad es característica de las limitaciones.
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