Mis Animes

-- 1999 (Invierno)

Acompañando el sonido del impacto, el beyblade que salió disparado al aire comenzó a romperse en pedazos. La beybatalla se volvió callada. Lo que rompió ese silencio fue el grito del niño que había perdido la batalla y tenía su beyblade destrozado. Ese grito pronto fue silenciado por las voces de los demás niños. Cuando intenté pasarle de lejos al niño, que había a susrodillas para recoger las piezas de su beyblade, el niño con una corazonada volteó a verme con sus ojos. Lo que reflejaban sus ojos no era solo un sentimiento de derrota. Ya había una fuerte voluntad de luchar. Se puso de pie una vez más. Tras ponerse de pie, regresa a su entrenamiento, para hacerse más fuerte. No había otra opción más que seguir peleando y ganar. Eso no solo aplicaba para él. Aplicabapara todos los otros niños, incluyéndome a mí.
"¿Qué estás viendo, Yuriv?" Boris había dicho con retraimiento. Yo sabía que estaba detrás de mí. Incluso llegué a sentir que estaba dudando si hablarme o no.
"La nieve," Tan solo le hacia saber lo que en mis ojos se veía reflejado.
"Ya veo," Boris nuevamente, replicó suave antes de caer en silencio. Solo se escuchaba el rugido de un beybladegirando, y los suspiros de cansancio de los rigorosos entrenamientos en la máquina de entrenamiento.
Ante mis ojos se extendía el puerto de Severodvinsk, y más allá del océano blanquecino estaba todo cubierto de nieve. Como si no fuese suficiente con la nieve que caía del cielo sin cesar. Para ver la tierra bajo la nieve por completo, sería un futuro muy distante. No, habría sido mejor si la tierranunca hubiera existido. Caí en trance por la blanca nieve. Me gusta ésta vista.
"La nieve es agradable," De esas palabras que salieron de mis labios, Boris caminó hacia mi, estando de mi lado asintió con ligereza. No solo éramos Boris y yo los que lo disfrutábamos, casi todos los niños del centro habrían pedido por que la nieve se apoderara de la tierra.

La nieve enterraba cualquier cosa. Lasucia tierra debajo estaba sepultada. La nieve era fría y refrescaba el cuerpo. Pero era imparcial. Sin ser capaz de diferenciar entre la riqueza y la pobreza, lo feliz de lo triste, continuaba cayendo. Todos aquellos niños que sabían de la pobreza y la tristeza, que escaparon para venir aquí alejándose de sus vidas y sufrimiento, no podían sentir desagrado por la nieve. Sabían mejor que nadie quela nieve se llevaría hasta sus recuerdos más horribles. Los recuerdos felices no eran algo que yo no conocía. Un padre que era un orgulloso soldado, y una madre que era gentil, alegre y buena cocinera. En lo profundo de mi memoria se encontraban un cálido hogar y en su interior, estaba yo riendo. Sin embargo, esa era una memoria casi imperceptible. Él sistema del país había cambiado y mi padrehabía perdido su ocupación como soldado. Lo que perdió no fue solo eso. Su orgullo y ambición se habían ido. Lo que quedó en mi padre fue su glorioso pasado y los recuerdos de los mejores días. Ese hombre que solía se un orgulloso soldado, un maravilloso esposo y padre, se hundió inmediatamente en el alcohol. Le alzaba la mano a su esposa y su hijo sin razón alguna, se convirtió en un hombre que solodaba pena. Esto también cambió a mi madre, aquella que solo sabía sonreír. Se veía más que triste y una sombra de terror asechaba su mirada. Año y medio después se resigno a ser madre. Se fue abandonándonos a mi padre y a mí.
Tras la repentina desaparición de mi madre, la violencia de mi padre empeoró. Aún así, me quedé de su lado. Mi madre algún día regresaría. Mi padre cambiaría y volvería aser ese hombre orgulloso y gentil de antes. Esas eran mis esperanzas.
Es por eso que no me separé de su lado. Me convertí en el hijo que solo serviría para traerle comida y alcohol. Que le robaría. Fue entonces que conocí a Boris.
Boris vivió una situación muy similar a la mía. De esa forma nos conocimos, con tan solo una mirada nos entendimos el uno al otro.
Ambos engañábamos y robábamos a...