Mis novelas.
Río de Janeiro, Brasil..
-¡Júralo! -Los 2 se quedaron en silencio.- ¡QUE LO JURES EH DICHO!
-¿Que quieres que jure?-Dijo con voz pacifica.
-Que nunca le hablarás de mi, que nunca sabrá quien fui. Jura que nunca me encontrara.
-¿Quien te dijo que le contaré quien fue el bastardo de su padre?
Recibió una bofetada.
-¿Que haces? ¿Estas loco? Suéltame de una vez idiota.-Dijo ya impaciente moviéndose en la silla.
-Eres una zorra regalada Bryanna, eso nunca cambiara.-Le dio otra bofetada.
-Suéltame Joshua y te prometo que jamas volverás a verme, ni a mi ni a Nora.
-¿Le pusiste como a la del libro?-Soltó una carcajada.- Sabía que seguías siendo esa misma nerd que conocí. Mis hombres te vigilaran por unas semanas para asegurarse de que no haces nadaincorrecto.
Joshua soltó a Bryanna, primero desato sus piernas y luego las manos. Ella se levanto y el la observo irse mientras se masajeaba las muñecas gracias a lo fuerte que estaban atadas las sogas. Antes de abrir la puerta para irse dio media vuelta y lo miro fijamente. Al cabo de unos segundos dijo:
-Promete que no mandaras a nadie por mi, no quiero que vuelvas a saber ni de mi ni de mihija.-Dijo resaltando el “mi”.
El solo asintió. Ella se dio media vuelta ya satisfecha y se fue.
1
Buenos Aires, Argentina.
En la actualidad.
Me levante como todas las mañanas y me pare frente al espejo. Como lo esperaba, mi cabello echo un desorden y mi cara pálida como una hoja de papel. Fui a la ducha y abrí el agua caliente, luego de asegurarme de que el agua estaba a mi gusto mequite la ropa y me duche, algo en mi baño me parecía fuera de lo normal. No le di importancia y seguí con mi trabajo de limpieza. Cerré el agua y me sequé, salí a mi cuarto con la tolla enrollada bajo mis axilas y el cabello envuelto en otra, cuando abrí la puerta había un chico sentando de espalda tocando mi guitarra. Algo me parecía familiar.
-Oye, deja mi guitarra y lárgate.- Como era deesperarse se dio vuelta y lo reconocí, ojos negros profundos y una melena color petroleo que le caía a cada lado de los hombros. - ¿Que haces aquí Scott?
-Que bonita te vez así, Des. -Algo en el tono en el cual lo dijo me gustó, como me miraba me gustó, pero seguí firme. El era uno de los mejores amigos de mi hermano.
-Recuerdo haberte preguntado que hacías aquí, contesta.
-Esta bien, Jev medijo que podría usar tu guitarra mientras el se duchaba.
-Vete.-Dije aun tranquila, odiaba que Jev mandara a Scott a mi cuarto cuando yo no estaba, el siempre buscaba oportunidad de besarme, nunca lo había logrado, aunque sus labios parecían tentadores. Tan carnosos y rosas.
-Dale, nena, déjame que me quede a tocar un poco de guitarra para ti.-Aunque no quería admitirlo, me gustaba la formaen la cual el hacia sonar cada nota, parecía tan... dulce.
-Tengo que cambiarme, lo siento.
-Me daré la vuelta, no tengo problema, Des.
-¿Me llamaste Des? No me gusta.
-No importa, ¿puedo entonces?
-No mires.
Scott fue mi mejor amigo de pequeños pero cuando supe que el se sentía atraído por mi lo trate de alejar lo mas posible.
Me di la vuelta y me planté frente a mi armariomientras veía las prendas colgadas.
-La camisa roja traslucida te queda estupenda. Con un brasier negro, y el pantalón corto negro tiro alto, con tus sandalias sin tacón negras con las perlas rojas.
Me di vuelta sorprendida con cara de no entender nada. Y me di cuenta que el seguía de espaldas.
-¿Co-como sabes que tengo eso en mi armario? .- Me maldije por dentro por haber sonado tannerviosa.
-Ni siquiera sabes cuanta de mi atención pongo en ti, pequeña.
-Esta bien. Me pondré eso. Que quede claro que no lo hago por ti, sino porque me gusta ese vestuario.
-Vale, ¿entonces quieres una canción?
-Vale. Pero no me mires.
Mientras empezaba a cambiarme preste atención a la letra.
El sol sale una mañana más,
mi mente nunca despierta sin tu advertencia
y es una locura...
Regístrate para leer el documento completo.