Miseria En Bogota
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D e s c r i p c i ó n del Reino de Santo F e .
Pedro Fermfn de Vargas: Pensamientos P o l í t i cos.
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a miseria en Bogotá otros escritos
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Artículos tomados de " E s c r i t o s Polít i c o - E c o n ó m i c o s " , edición de 1.924.-
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6ESCRITOS POLÍTIOO-BCONÓMICOS
debe conducirlos a entenderse sobre bases comunes, aceptables para uno y otro, dentro de la forma republicana. ¿Es un bien, o es un mal, que ninguno de los dos partidos, aislado, pueda dar solución pacífica a la presente situación? Esta es la pregunta a que los Escritos político-económicos tratan de dar respuesta.
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' LA MISERIA EN BOGOTA (1807)
AI escribir el tema de estos estudios, comprendemos bien que él significa, más que un hecho o un fenómeno simple, la síntesis de una situación y aun de una época. Pretender describirlo con todos sus caracteres, encontrar sus verdaderas y múltiples causas, demostrar los efectos que produce, es uua tarea que, pordemasiado vasta y difícil, traspasaría los límites permitidos ad periodismo y las fuerzas con que contamos. Nuestro propósito se reduce a la exposición de algunos de los hechos que caracterizan el estado de atraso y decadencia de esta sociedad, para que, conocidas las cansas, se dirijan contra ellas las quejas que se oyen y los esfuerzos de todos: porque nada hay tan dañoso al hombre como atribuirlos males que su^re a causas o hechos que no los producen, ni tan estéril como las lamentaciones que no van acompaña7
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ESCRITOS POLÍTIOO-BCONÓMICOS
das de la voluntad y el esfuerzo necesarios para qne aquéllos desaparezcan. Al contraer a Bogotá nuestras reflexiones, y tratándose de hechos sociales y políticos, tenemos naturalmente que referirnos a muchos qne le son comunes con toda laRepública, o con el radio natural de territorio en que la influencia recíproca es más directa. Si se examina la condición de las diversas clases sociales de que se compone Bogotá, el cuadro que resultará de esta descripción no podrá menos que abatir el ánimo de todos los que sientan interés por su propia suerte, la de sus familias, la de sus amigos y compatriotas. De todas las capitales de SurAmérica, Bogotá es la que más atrás se ha quedado, sin que le sea dado sostener la comparación con Caracas, Lima, Santiago y Buenos Aires. Veamos cómo se nos presenta esta ciudad: Los mendigos llenan calles y plazas, exhibiendo no tan sólo su desamparo, sino una insolencia que debe dar mucho en qué pensar, pues la limosna se exige y quien la rehuse, queda expuesto a insultos que nadie piensa en refrenar.La mendicidad en un país fértil, de benigno clima y en donde la industria apenas empieza a explotar los recursos con que le brinda la naturaleza; en un país cuyas instituciones abren la puerta a todas las voluntades, a todos los esfuerzos, para adquirir la riqueza; y en donde, delante de la ley escrita todos los derechos son iguales y no hay derechos de que alguno esté destituido por la leyescrita ¡ la mendicidad, decimos, desarrollada en grandes proporciones y con caracteres que le son extraños, es nn hecho alarmante en más de un aspecto. Pero no todos los mendigos se exhiben en las callee. El mayor número de loe pobres de la ciudad, que
LA MI8BRIA KN BOGOTÁ
conocemos con el nombre de vergonzantes, ocultan su miseria, se encierran con sus hijos en habitaciones desmanteladas, ysufren en ellas loe horrores del hambre y la desnudez. Si se pudiera formar un censo de todas las personas a quienes es aplicable en Bogotá el nombre de vergonzantes—entre las cuales no faltan descendientes de proceres de la Patria—el guarismo «ería aterrador y el peligro se vería más inminente. Las escenas que pasan en esas familias a quienes él pudor mantiene encerradas, que se alimentan como...
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