miseria
Son las tres de la madrugada y al parecer el sueño decidió abandonarme. Desde la ventana, un pedazo de luna crece y tanta claridad me espabila. Siento que tengo cosas que decir, que haypalabras que se me atragantan y sentimientos que lastiman. Finalmente me resigno a no dormir, mejor aprovecho tanto silencio y estreno mi nueva agenda.
Mientras aliso la primera hoja me surge una duda:¿Cuántas agendas he estrenado desde que me inicié como periodista? ¡Tantas, como miserias humanas existen! A veces también me pregunto cómo en un país de gente tan noble, puede florecer tanta mierda.Mierda que crece, inconmensurable y apestosa, que te embarra los pies de mierda, aunque intentes que tu alma permanezca limpia.
Enciendo un cigarro, y como siempre, a la primera boconada de humopienso que es hora de abandonar este hábito; a la cuarta o quinta fumada me viene a la mente esos santeros que alejan los malos espíritus con el humo de un tabaco. ¿Quién pudiera?
Pero es que la mierday las miserias humanas no son cosas del otro mundo, sino de este, y hacen más daño que cualquier espectro o conjuro.
A veces, aunque decidas alimentarte de sentimientos nobles, te intoxicarás detanta ponzoña ingerida, y hasta perderás el sueño por tanta falsedad que te obligan a englutir; tanta bazofia que te obligan a escuchar; tanta estupidez a la que debes asentir.
E irremediablemente piensoen mi madre y su eterno sacrificio, y dudo que ella haya entendido alguna vez a su país.
Quisiera ser honesto y rebelarme contra tanto oportunismo e hipocresía, tanta corrupción disfrazada depatriotismo, pero solo tengo un blog, y eso es hasta que la suerte me acompañe.
Y comprendo que la corrupción y el oportunismo no son males de una generación, que siempre estuvieron ahí, desde tiemposinmemoriales, porque se robustece del vicio eterno de los hombres: el poder.
Y es que permitimos que se multiplicarán como plagas quienes desde el poder no sirven al prójimo, pues solo obran para...
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