Misi N Cristiana Entre Iglesia Y Reino
Misión cristiana entre Iglesia y Reino
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¿Cuál es la pertinencia de la misión cristiana en nuestro mundo pluralista, y cómo conciliar el mandato dado a los cristianos de ir a evangelizar a todas las naciones, con el deseo de la mayor parte, de entrar en un verdadero diálogo con las otras religiones? Agradezco a los organizadores por habernoscomprometido en esta reflexión que toca cuestiones dificiles y esenciales. Y si nuestro tema hoy, puede parecer un poco menos sensible que los de los dos días precedentes, en la medida en la que se puede imaginar el Reino de Dios como un lugar de reunión y de conciliación, las cuestiones no dejan de ser menos candentes.
Este tema nos conduce, de alguna manera, a una recapitulación de los debatesprecedentes, pues la tensión entre Iglesia y Reino debe estar en el centro de toda reflexión sobre la misión. Todos ustedes conocen la ocùrrencia de Alfred Loisy: "Jesús ha anunciado el Reino y ha llegado la Iglesia"; más que una ocurrencia es una constatación y una interpelación permanente dirigida a la fe cristiana.
Ahí está precisamente el nudo de la misión cristiana, tendida entre el presentede las Iglesias y la utopía del Reino: anuncia un porvenir, un más allá — que sin embargo toca ya nuestras vidas — pero no tiene ningún contacto con esta otra realidad y lo que deja entrever está solo en lejana relación con lo que promete.
Iglesia y Reino
Me parece importante señalar, a la vez, el vínculo que une estrechamente estas dos realidades y las diferencias que distinguen radicalmentela una de la otra. El "y" que relaciona estos dos términos indica a la vez la relación y la diferencia.
La Iglesia debe ser siempre pensada en relación con el Reino y en la perspective del Reino. La predicación del Reino ha precedido a la creación de la Iglesia: en verdad, no se puede constituir muy rápidamente a Jesús como fundador de la Iglesia, pero tampoco hay que olvidar que el nacimiento dela Iglesia es la consecuencia de esta predicación. Sobre todo, el Reino constituye el horizonte hacia el cual se vuelve la Iglesia; la Iglesia entera ore la oración que Jesús le ha enseñado: "que lo Reino venga", aguarda y espera este Reino que constituye su fin en los dos sentidos del término: su finalidad y su cumplimiento, su desaparición. "El sentido de la Iglesia no se encuentra en ellamisma, ni en lo que ella es, sino en aquello hacia donde va", afirma H. Küng j 1990, 69).
Pero, sobre todo, hace falta imaginar la Iglesia que no puede ser confundida con el Reino de Dios: la Iglesia no es sino una realidad provisoria, en la espera de esta otra realidad a la que está Ilamada a testimoniar. La Iglesia no tiene que anunciarse a sí misma, ella es solamente el dedo que designa el Reino.Y de este Reino no es propietaria, no lo puede crear por sí misma, ni es tampoco la depositaria exclusiva. Solo puede esperarlo como el fruto de la acción de Dios.
La Iglesia no es pues Iglesia fuera de esta tensión hacia el Reino que ella está encargada de señalar. Esa es la misión.
Iglesia y Iglesias
Me he referido hasta este momento a la Iglesia en singular, este objeto de fe que confesamospor ejemplo en el Símbolo de los Apóstoles: aun si debe ser radicalmente diferenciada del Reino de Dios. La distinción es más evidente, todavía cuando se evoca las Iglesias, en plural, esas realidades históricas contingentes y diversas que nos son dadas a ver, a hacer vivir diariamente y a soportar con sus mil defectos. En lo que segue, utilizaré más bien el plural para estar más en contacto conla realidad y recordar mejor esta distancia. Lo que no debe hacer olvidar que las Iglesias no tendrían sentido si no se inscribieran bajo el horizonte del Reino: las Iglesias no permanecen unidas a la Iglesia si no se comprenden, a pesar de todos sus límites, como un signo precursor de esta realidad que escapa al presente y sin embargo lo aclara. Esto exige que sepan resister a lo que es la...
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