Misión y cultura
Como modelo de discurso misionero, la comparecencia de Pablo ante el areópago es ejemplar. Allí se dirige a un público caracterizadopor el seguimiento de las corrientes filosóficas dominantes en esa época y por una actitud de escepticismo frente a cualquier intento de promover religiones foráneas, cosas tales que bien podríahaberle descorazonado y llevado a no emprender tarea evangelizadora alguna. Pero hay algo que Pablo toma en consideración y es la curiosidad de los atenienses por todo lo novedoso, para el, taldisposición significaba apertura, y sirviéndose de ella intenta penetrar con su predicación en las conciencias de aquella gente. Pero veamos como comienza su discurso: primero hace una llamada de atención sinmenosprecio alguno de sus interlocutores, más bien es un cumplido cortés, si bien denota cierta ironía: “observo que sois en extremo religiosos” (v. 22) pero al mismo tiempo lleva implícita una críticapor lo que sigue. Después de haber visto la gran cantidad de altares y deidades representadas por todas partes“……sorprendí un ara con esta inscripción: AL DIOS DESCONOCIDO”. Hay aquí alusión a unabúsqueda infructuosa de una religiosidad que ante la frustración, se vuelve en todas direcciones sin saber que camino tomar, llegando hasta la superstición. A estas alturas Pablo se lanza a fondo y hacesu anuncio: “ese Dios buscado, desconocido os lo doy a conocer”. A renglón seguido se explaya en confrontar a sus oyentes con ese Dios, presentándolo como el creador de todo cuanto existe, Señor deluniverso y la historia. Desde tal posición se hace innecesario construirle templos ni dedicarle sirvientes. Sin vacilar un instante ha arremetido contra la exacerbada idolatría que permeaba aquellasociedad y al mismo tiempo echa las bases para un posterior enrumbamiento de la relación Dios-hombre pero en sentido inverso, son los seres humanos los que necesitan de Dios pero de una “nueva”...
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