missica

GRANJA DE LOS OLSEN, KANSAS. Noviembre de 2009 Escuché un disparo, luego sentí
como algo se desplomaba en el suelo, un cuerpo sin vida. Una vibración llego a mi. ¿Mi
padre era el que se desplomo? ¿A caso me había dejado aquí para luego morir? Eso era
ilógico. ¿Estaba tratando de protegerme de algo siniestro? Él me había dejado aquí, con
una advertencia. Una muy clara pero casi irreal. Éldijo: ‘’—No te muevas de aquí abajo,
no lo hagas por nada del mundo. Él cambiará sus voces, pensarás que es tú madre,
pero no, no lo es. Tratará de meterse en tu mente, tú bloquéalo.’’ Yo solo asentía,
asustada, con las defensas muy bajas como para contradecirlo. Alguien se asomaba
hacia la entrada del jardín trasero. Alguien se acercaba a mi. ‘’Se meterá en tu mente’’
¿De que hablaba? Eso eraalgo…..imposible. Sollocé en silencio. Sentí sus paso
acercándose más y más hacia mi, luego paro, y el sonido de otro disparo llego hacia
mis oídos y luego….silencio. —¿Hay alguien ahí? —Escuché la voz de mi madre. Era tan
real, era su voz. Estaba por salir de debajo de la cama cuando recordé: ‘’—Él cambiará
sus voces, pensarás que es tú madre, pero no, no lo es.’’ Me quedé inmóvil
nuevamente,solo escuchaba mi respiración. De nuevo silencio. —Vamos pequeña, sal
de allí. Soy tu madre. Me estremecí, no era ella. Ella nunca me llamaría ‘’pequeña’’. —
Sal de donde quiera que estés, soy tu madre. Escuché pasos de botas en el piso de
madera del pasillo. Eché una miradita hacia la puerta, veía una parte de sus botas
negras. Traté de disminuir mi respiración para que no la escuche pero elintento fue
inútil, ya estaba girando el pomo. Pero de repente hubo un ruido, el ruido de un plato
cayendo al suelo, supongo. Se alejó. Suspiré, por un momento me sentí aliviada pero
luego, otro disparo, otra vibración. ¿Qué estaba pasando? No lo entendía. ¿Quién era
él? ¿Qué quería de mi o que quería de mi padre? Nuevamente pasos venían hacia mi. —
¿caitlin, donde estás? Otra vez, la voz demi madre. No me fiaba ¿y si era el hombre
con botas? ‘’—Se meterá en tu mente’’ Recordé. Eche otra miradita hacia la puerta,
esta vez no eran botas, eran bailarinas. Mi madre. Salí de debajo de mi cama y corrí
hacia la puerta, gire el pomo. Las bailarinas se habían esfumado, las botas habían
vuelto. Él. —Así que aquí estás. Lo miré de pies a cabeza con cautela. Cabello negro,
ojos grises.Sólo miré eso, sus facciones no se distinguían muy bien. Vestía ropa
completamente negra y tenia aretes y cadenas por doquier. —¿Qué quieres? —Traté de
que mi voz no temblara. No dio resultado—. ¿Qué haces aquí? ¿Quién eres? —Muchas
preguntas —Una sonrisa maliciosa se extendió por sus labios—. No te preocupes, esto
ya acabara. Lo último que recuerdo es su puño, su puño acercándose a mi cara. Todose volvió negro.
apitulo 1. No quería despertar y ver lo que todos los días desde hace una semana veía.
Al chico ojos miel, cabello castaño, músculos fornidos y una altura de un metros
ochenta, supongo. No quería abrir los ojos, simplemente me quería morir y dejar de
sufrir. Pero no podía, tengo ese maldito instinto de supervivencia en mi, no puedo caer
derrotada, no puedo morir sin al menosluchar. Abrí mis ojos y vi al chico sentado en
una silla de madera a pocos metros de mi, con la cabeza baja y brazos cruzados, al
parecer estaba dormido. Vestía unos jeans, una remera negra y unas zapatillas. Mire la
habitación, con la esperanza de ver al menos algún cambio, pero no, era la misma de
siempre. Negra, con piso de madrea y una mesa de metal a mi izquierda a unos 5
metros. Elchico levanto su cabeza y me miro, no había expresión en el, su cara estaba
en blanco. —Ya despertaste. —No, sigo dormida. —No te pases de listilla conmigo,
pequeña. —No soy pequeña —Me enoje, odiaba que me dijeran pequeña y el siempre
lo decía—. soy mas fuerte de lo que crees. Frunció el seño. —¿Ah si? Asentí, sin
pensarlo. —Pues tal vez, algún día conozcamos tu fuerza —Guiño —. Pequeña. Me...