Misterios de la ciencia

Introducción: agujeros negros de la ciencia
Muchas son las construcciones del mundo antiguo que se han conservado hasta nuestros días. A parte de su gran belleza y valor histórico, nos brindan la oportunidad de conocer un poco mejor las formas de vida de nuestros antecesores, ya que indudablemente, la arquitectura es un fiel reflejo de la cultura, y estudiando ésta, podemos saber algo más acercade las diferentes civilizaciones que estuvieron antes que nosotros: sus creencias, sus tradiciones, su organización social, y, por supuesto, también sus avances tecnológicos, que no revelan sino el grado de desarrollo en el que se encontraba su cultura. Tendemos a pensar que la mayor parte de los avances con los que hoy convivimos de manera cotidiana son fruto de épocas recientes, como si en unpar de siglos escasos se hubiera conformado casi por completo gran parte de los objetos que tenemos a nuestro alrededor, nuestros edificios de pisos donde vivimos, las piscinas donde nos bañamos, los automóviles en los que nos desplazamos, etc. Parece que las grandes construcciones son signos de una civilización próspera y desarrollada, construidas gracias a los enormes avances científicos denuestra era. Los restos arqueológicos de ciudades romanas, por ejemplo, nos bajan de nuestra nube para demostrarnos que, en cierto modo, veinticinco siglos tampoco han hecho que nuestras ciudades sean tan diferentes, ni nuestra organización social mucho mejor, ni más justa. No obstante, esto no deja de admirarnos profundamente y hacernos siempre la misma pregunta: “¿cómo es posible, que en aquellaépoca, sin las máquinas que tenemos ahora, ni los modernos programas de diseño y cálculo, sin los materiales tan resistentes y ligeros que hemos descubierto, pudieran construir estos grandes monumentos?”. La arqueología se encarga de dar precisamente una respuesta a estas preguntas y casi siempre acaba acertando. O, en todo caso, como nunca podremos viajar al pasado, tendremos que conformarnos con lasexplicaciones que se nos ofrecen. También ocurre que, de vez en cuando, aparecen ciertas construcciones para las que la arqueología no termina de encontrar una respuesta, lo cual nos hace dudar de todo aquello que creemos que sabemos acerca de las sociedades pasadas a partir de sus restos materiales. Los tres ejemplos que hemos elegido son precisamente unos restos materiales, realizadosintencionadamente por el hombre, para los que la arqueología no termina de dar una explicación, no sólo del cómo se construyeron, con qué medios, sino sobre todo para qué, con qué intención. Están ahí, impasibles frente al paso de los siglos, conservadas en mayor o menor medida, guardando unos secretos que la ciencia actual no puede resolver. Quizá esto es sólo una prueba de lo limitada que es nuestra formade pensar, la poca apertura mental que hemos heredado tras años de grandes avances científicos que nos han simplificado enormemente nuestra vida. O quizá, como nos gusta pensar, son grandes misterios que no podremos resolver nunca: figuras gigantes que sólo se ven desde el aire, pirámides de enormes proporciones y medidas descaradamente perfectas y estatuas talladas en piedra volcánica que nadiesabe cómo llegaron hasta una isla en medio del pacífico. Además, los tres ejemplos de los que vamos a hablar (la pirámide de Keops, los geoglifos de Nazca y los moáis de la isla de Pascua) comparten otra característica importante, los tres han sido elegidos por La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como patrimonio de la humanidad coincidiendolas tres grandes construcciones con varios criterios de elección, como por ejemplo, que sean resultado del genio creativo humano y sean un testimonio de tradición cultural. Después, mientras que las pirámides de Egipto también están relacionadas con acontecimientos materiales e intelectuales de importancia universal, los geoglifos de Nazca tienen importancia en la historia de la humanidad y la...