Mito del Arte y Mito del Pueblo / Ticio Escobar
El mito del arte y el mito del pueblo: cuestiones sobre arte popular se inscribe en una constelación teórica de textos que, junto al ya mencionadoCulturas híbridas de García Canclini y a De los medios a las mediaciones de Jesús Martín Barbero, cambian el giro de la teoría cultural latinoamericana en la década de los ochenta.
¿En qué consiste este cambio de giro teórico-cultural de los ochenta del que participa este libro de Escobar? En partir del supuesto de que las categorías tradicionales de lo nacional y lo continental se fragmentaron bajolos efectos disolventes de la mundialización económica y la globalización comunicativa. En articular nuevas definiciones socioculturales de las identidades en América Latina, fundamentadas no ya en un repertorio fijo de los símbolos cohesivos (Pueblo, Tradición, Estado, Nación, etc.) que sustancializaban el latino-americanismo de los sesenta. En postular la hibridez transcultural como el rasgo deuna cultura de la fragmentación, la apropiación y la resignificación, que recombina vocabularios e identidades mediante procesos de translocalización neoculturales y económico-comunicativos. En dejar en claro que el eje centro/periferia ha dejado de basarse en localizaciones fijas y polaridades homogéneas opuestas por enfrentamientos lineales.
La teoría de la "dependencia cultural", que dominóla escena político-intelectual de los sesenta en América latina con su crítica antiimperialista a la norteamericanización del consumo, nos hablaba de un esquema binario de jerarquía y subordinación entre Primer Mundo y Tercer Mundo, desarrollo y subdesarrollo, Norte y Sur, etc. La lengua electrónica de la globalización capitalista llevó ese esquema a rediagramar circuitos y fronteras según una redmulticentrada que impide hoy que la relación entre territorio e identidad -antes constitutiva de la "nacionalidad"- se siga pensando como homogénea y estable. Este libro de Ticio Escobar sabe que la red massmediática ha producido un vértigo desterritorializador capaz de llevar lo "propio" a resemantizarse en la mezcla de lo autóctono con lo foráneo, de lo local con lo mundial, etc. Los efectosdesestabilizadores de esta mezcla, que atenta contra los mitos de lo nacional y de lo continental, generan actitudes reactivas y defensivas bajo la forma de nacionalismos, integrismos y fundamentalismos, motivados todos ellos por la nostalgia hacia una escena primaria de identidades y culturas vírgenes, de rescate étnico de fuentes primigenias.
Ticio, en su análisis del arte popular, nunca cede ala tentación metafísica de la "autenticidad" como pureza originaria de algo no contaminado por el tráfico de signos. El autor se hace cargo de la palabra "hibridez" para hablar de cruces y revoltijos, de transculturaciones, en un sentido distinto a cómo el latino americanismo de la tradición hablaba de sincretismos y mestizajes, aludiendo sobre todo al primer cruce étnico entre el conquistadorespañol y la mujer indígena. La acentuación multiculturalista de lo híbrido ya no se resume a ese cruce fundacional entre cuerpos y razas que ocurría en un pasado remoto. Alude sobre todo a los mestizajes diarios de lenguas, símbolos, temporalidades y contextos que se realizan no ya en la historicidad del tiempo, sino en la simultaneidad del espacio cuando la ciudad, la moda y la televisión...
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