Mito griego: filemón y baucis

Filemón y Baucis
Vivían en las montañas de Frigia dos ancianos, Filemón y Baucis, que llevaban juntos casi tantos años como tenían. Su hogar era una humilde cabaña y en ella vivían con sencillez y dignidad.
Un día Zeus y su hijo Hermes bajaron a la Tierra, ambos con aspecto de viajeros, para observar a los humanos. Consumieron la jornada caminando, y al llegar la noche les sobrevino unatormenta, recorrieron Frigia solicitando hospitalidad en cada casa, para comprobar la buena voluntad y generosidad de las gentes que allí vivían. Como dos viajeros cansados, pedían un lugar para descansar y alimento para reparar fuerzas. Al cabo de una hora, ya sabían a qué atenerse: ninguno de los habitantes del pueblo los había invitado a entrar. A veces, se habían limitado a gritarles, desde detrás dela puerta cerrada, que buscaran hospitalidad en otro sitio; otras veces, a pesar de que luces y voces indicaban que la vivienda se hallaba habitada, no habían obtenido respuesta a sus llamados y a sus repetidos golpes.
Se acercaron y llamaron a la última casa. Les abrió Filemón, quien a diferencia a los demás los invito a pasar. Los dioses disfrazados se instalaron frente a la chimenea. El dueñode casa tomó el último leño de madera para arrojarlo al hogar y reavivar el fuego. Baucis les dio un asiento y agua caliente para que limpiasen sus pies, sucios y doloridos por el viaje. Filemón salió al huerto para coger verdura fresca y dársela a Baucis para que la cocinara. Como Filemón vio que la comida era poca, decidió sacrificar a su ganso.
Conmovidos por la amabilidad de su anfitrión,los dioses quisieron impedírselo, pero este ya había salido en su busca. Al volver, sostenía por las patas a un ganso tan delgado como sus dueños.
Hasta entonces, Zeus y Hermes no habían reaccionado. De común acuerdo, decidieron revelar su identidad. Cambiaron de repente sus harapos empapados por trajes secos y dignos de su condición. Sus anfitriones, estupefactos, comprendieron que no habíanalbergado a dos viajeros comunes y se prosternaron a sus pies.
Es entonces cuando Zeus dijo:
—Generoso Filemón, me niego a que sacrifiques a este animal. Y a ti, Baucis, te agradezco esta comida que querías compartir con nosotros. ¡Que esté a la altura de su acogida!
En un segundo, la mesa se cubrió de carnes jugosas, de aves asadas y de vajilla de plata que desbordaba de delicados manjares. Losancianos asistieron al festín más grande de sus vidas.
Una vez terminada la comida, condujeron en la oscuridad a Filemón y a Baucis fuera de la cabaña y los guiaron a una colina. Luego, con su índice que señalaba las nubes, Zeus hizo resurgir los rayos; tronó el cielo; y un verdadero diluvio se abatió sobre el pueblo.
Cuando llegó el alba, ya no quedaba nada del pueblo. Y una vez que las aguas seretiraron, sólo emergió el techo de la casa de Filemón y Baucis. Y entonces Zeus decreto:
— ¡Que, de ahora en más, sea un templo!
De inmediato la pobre casucha se transformó en un magnífico monumento de columnas de mármol.
Luego, Zeus le pregunto a Filemón cual era el deseo que mas anhelaban, a lo que respondieron tres deseos: convertirse en los guardianes de este nuevo templo, vivir toda lamayor cantidad de años juntos y, por ultimo, morir al mismo tiempo.
Zeus se comprometió a cumplir los deseos de Filemón y Baucis.
Entonces, atravesó el cielo un rayo enceguecedor.
Cuando, por fin, los dos ancianos pudieron abrir los ojos, estaban solos en la colina. Y al llegar al templo, tuvieron la sorpresa de ser recibidos por el ganso que avanzaba hacia ellos contoneándose consatisfacción.
Pasaron los años.
Tan fieles a su palabra como a su amor, Filemón y Baucis fueron hasta el fin los guardianes del templo de Zeus.
Pero como Filemón y Baucis eran simples mortales, fue necesario que Zeus pusiera término a sus vidas. Un día que estaban tomados de la mano cerca del templo, constataron que sus cuerpos se iban endureciendo como si fueran de piedra. Al poco tiempo, eran...