mitologias
Estaban todos: desde los poderosos señores de la tierra y de las aguas hasta las divinidades menores, desde los pequeños faunos de los torrentes hasta las ninfasde los bosques. Todos eran felices porque su vida transcurría en un continuo e inalterable júbilo y porque el mundo, a sus pies, estaba en paz.
La fiesta se celebraba en honor de la diosa Tetis,desposada con Peleo, de cuyo matrimonio nació luego Aquiles., Zeus se hallaba en el centro del gran convite, rodeado por los hermanos Hades y Poseidón; las hermanas Hera, Hestia y Demetria; los hijos deHera: Ares y Héfaistos; Apolo y Artemis, hijos de Latona; Atena, nacida de su cerebro; Hermes, Afrodita, Dionisio y numerosos sátiros y ninfas, que danzaban y cantaban para deleite de todos lospresentes.
Estos dioses, como los mortales, tenían necesidad de alimento y de sueño. Su alimento era exclusivamente la ambrosia y su bebida el néctar. En el aspecto físico se diferenciaban de loshombres sólo por la estatura, la belleza y el don de eterna juventud. Pero poseían también todas las pasiones de los hombres: el amor y el odio, la ira y la envidia; eran a veces crueles y a vecesmagnánimos. Sus días transcurrían alegremente, pero todos estaban sometidos a un poder superior: el Destino, hijo del Caos y de la Noche, a quien ni Zeus podía oponerse.
De repente en el salón se hizo elsilencio. Todas las miradas se fijaron en una extravagante figura que había aparecido en el umbral: Eris, la única diosa que no había sido invitada. “Es demasiado intrigante —habían convenido losanfitriones—. Es capaz de echar a perder la fiesta con sus maledicencias?. Y ahora se hallaba en medio de los convidados. Cuando estuvo cerca del triclinio donde se hallaban sentados los dioses mayores,...
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