Mitos y verdades sobre los transgénicos
Basados en evidencias científicas y en la realidad más concreta, sin apasionamientos ni discursos ideológicos, respondemos algunas aseveraciones vertidas en el enlace ciudadano del sábado 1° de septiembre:
¿Son los transgénicos una tecnología superior que resolverá nuestros problemas?
Luego de más de 20 años de haberse difundido ycomercializado en gran escala estos cultivos habría que preguntarse ¿hay menos hambre en el mundo? ¿los campesinos han salido de la pobreza? ¿se han incrementado los rendimientos de los cultivos por los transgénicos?. Respuestas todas negativas, y las explicaciones son sencillas: Ni el hambre, ni la pobreza rural, ni la productividad dependen solamente de la variedad de semillas que se use. Dependende una comprensión más integral de los sistemas agrícolas; de recuperar la fertilidad natural de los suelos; de mantener y estimular la agrobiodiversidad; de reconstruir los sistemas mercados y hacerlos más eficientes y justos; de reorientar las políticas y recursos públicos hacia la agricultura familiar campesina, entre otras medidas claves, que el propio Relator de Naciones Unidas para el Derechoa la Alimentación ha señalado y recomendado a los gobiernos del mundo en marzo 2011.
Los cultivos transgénicos producen 4 veces más que las variedades normales.
Totalmente falso, ocurre lo contrario: los rendimientos son similares o inferiores hasta en un 10% a las variedades comunes. Esto se explica porque los transgénicos no son diseñados para rendir más (no producen más quintales porHectárea) sino que usan las mismas variedades convencionales y les agregan una característica específica (por ejemplo resistencia al herbicida Glifosato). Lo que si ocurre, como en el caso de la Soya RR en EEUU o Argentina, es que se intensifica la producción: se expanden las áreas de cultivos con alta mecanización y altos insumos; se cosecha y se siembra sin rotaciones ni descanso para los suelos. Esteinsostenible y costoso modelo se ha mantenido gracias a ingentes recursos públicos que subsidian la producción, desplazando y abaratando la mano de obra campesina, y de esta forma artificiosa se supone alta productividad y bonanza.
Los transgénicos están ampliamente difundidos y son incontrolables.
Igualmente falso: Más del 94% del área cultivada con transgénicos en el mundo (170 millones deHa) se destina únicamente a 4 cultivos: Soya, Maiz, Canola, y Algodón; y únicamente con 2 características: resistencia a herbicidas, y autoproducción de insecticidas. El resto de cultivos transgénicos se hace en extensiones menores y experimentales. En el mundo solo una treintena de países han autorizado y desarrollan de forma extensa estos cultivos (principalmente EEUU, Canadá, Brasil, Argentina,India, Paraguay…) y por el contrario, son muchos más los que rechazan esta tecnología, entre ellos varios países de Europa que de ninguna manera podrían considerarse “atrasados” por esta decisión.
Gracias a estudios realizados por organizaciones de la sociedad civil, en pruebas de campo y utilizando la tecnología disponible, se ha demostrado que al momento no existen cultivos transgénicos en elEcuador, aunque existen sospechas sobre ciertos cultivares de soya, y un experimento de laboratorio de la ESPOL sobre Banano (con autorización del gobierno nacional). Pero esto demuestra que con los instrumentos técnicos, la adecuada organización institucional y participación social, sí se puede controlar transgénicos.
¿El Ecuador Consume transgénicos?
Así es, y no es una buena noticia.Consumimos subproductos de origen transgénico de forma indirecta a través de los balanceados para alimentación animal que usan soya o maíz transgénicos importados, así como varios alimentos industrializados que contienen aceite y lecitina de soya, aceite de canola, fructuosa y otros subproductos del maíz ogm. Vale recordar que nuestra legislación obliga a “etiquetar de forma clara y explícita”...
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