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Religión
Brasil es un país religiosamente diverso, con tendencia de tolerancia y aceptación entre las diferentes religiones. La población brasileña es mayoritariamente católica debido a la herencia religiosa de los portugueses. Por parte de África obtuvieron costumbres religiosas de pueblos afro-brasileños. A finales del Siglo XIX comenzó a ser divulgado el espiritismo en Brasil, que hoy es elpaís con mayor número de espiritistas en el mundo. En las últimas décadas la religión protestante ha crecido mucho, siendo así una parte bastante significativa de la población. El judaísmo cuenta con 86.825 fieles, un 0,05% de la población, concentrados principalmente en los estados de São Paulo y Río de Janeiro. El número de personas que dicen no tener una religión es del 7,4%; grupo superadosólo por los católicos y los protestantes.[1]
Muchos practicantes de religiones afro-brasileñas, así como algunos espiritistas, también se denominan católicos y siguen ritos de la Iglesia Católica. De forma similar, muchos espiritistas afirman ser cristianos a pesar de no aceptar algunos aspectos importantes del cristianismo tradicional. Ese tipo de tolerancia social con el sincretismo es un marcohistórico peculiar de las diversas religiones en el país.
A continuación, descripciones de las principales religiones brasileñas, ordenadas según porcentaje de seguidores de acuerdo al censo demográfico de IBGE en el 2000.



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Un catolicismo popular
La iglesia católica continúa ejerciendo una influencia preponderante en lapoblación, pero desde hace años está perdiendo terreno; baste decir que en el año 2000 el 73% de los brasileños se declaraba católico, mientras que en 1960 el porcentaje ascendía al 93%. Los sacerdotes y los obispos tienen que emplearse a fondo para hacer frente a la competencia de las sectas evangelistas. En su camino hacia Dios, muchos fieles no vacilan en combinar el cristianismo con cultos amerindios oafrobrasileños.
Desde el principio, como no disponía de clérigos suficientes para atender a todos los fieles, sobre todo a la gran masa de esclavos indios y africanos convertidos a la fuerza, el catolicismo brasileño no se mostró demasiado exigenteen cuanto a la interpretación de los dogmas. Tras la expulsión de los jesuitas en 1789, la colonia tuvo que afrontar durante mucho tiempo la escasezde sacerdotes. A partir de su reorganización a principios del s. XX, la Iglesia católica brasileña se esforzó por divulgar la doctrina romana y por erradicar cualquier manifestación del catolicismo popular. Se disolvieron las cofradías laicas y se estableció que sólo los brasileños de ascendencia europea podían acceder al sacerdocio; los negros, mulatos y mestizos quedaban excluidos. Pero lareligiosidad popular resistió; se alejó del culto de la Virgen y los santos y volvió los ojos a las divinidades paganas, o siguió VENERÁNDOLOS, pero de manera poco ortodoxa.
El catolicismo brasileño actual conserva aquella piedad popular, llena de oraciones y procesiones fervorosas. La misa y los sacramentos no tienen demasiados seguidores, pero sí son muy importantes el culto de los santos y susimágenes, ante los cuales se postran para rezar y pedir favores a cambio de pequeños exvotos de cera, velas, flores, objetos y joyas. En Juazeiro, un pueblo de Ceará, en el nordeste, se encuentra la tumba delPadre Cícero (1844-1934), sacerdote con fama de milagroso aunque fue excomulgado por Roma, a la que acude anualmente más de un millón de peregrinos.
El episcopado brasileño, que se mostró muypróximo al Estado Novo instaurado en los años 1930, permaneció anclado durante mucho tiempo en sus temores de siempre –la lucha contra el comunismo y la defensa de los valores morales–, pero en un momento dado empezó a preocuparse por los problemas sociales y los derechos humanos. En los años 1970, gracias a la influencias de los sacerdotes reformadores, se implicó en la lucha contra la dictadura...