Modelo De Cuetzalan
Cuetzalan
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VÍCTOR M. TOLEDO
L
ibre de toda atadura, sea legal, social o cultural, el capital domina,
impone, arrasa, se expande y se multiplica, explota al trabajo humano o
al de la naturaleza, y termina expresando con precisión el sentimiento
de sus progenitores: la ambición insaciable, el deseo obsesivo de poder.
Su mercado es una fuerza voraz, unainundación indetenible, incapaz
como proceso de autorregularse (cibernéticamente conforma una
retroalimentación positiva, termodinámicamente, una entropía). Todo aquello
que Marx describió hace más de siglo y medio durante el nacimiento del
capitalismo, se cumple hoy con pasmosa exactitud, aunque en una magnitud
sobrecogedoramente mayor. La codicia es tan descomunal, que los capitalistasunidos matarían a Dios o destruirían al planeta entero si ello fuera rentable. En
suma, no es el ser humano, ni siquiera la civilización moderna, sino su motor, el
capital, la causa última de las crisis actuales. Es la acumulación progresiva de
esta irracionalidad, la que ha dado lugar a una civilización suicida, a un
gigantesco experimento autodestructivo, a un proceso carcinógeno en el cuerpoentero del planeta.
No hay mejor dimensión para corroborar lo descrito que el espacio, es decir,
los territorios en sus diferentes escalas y, muy especialmente, las regiones. Ya
innumerables estudiosos, entre los que destaca el geógrafo brasileño Milton
Santos, han revelado cómo la configuración y el comportamiento de las regiones,
sus morfo-fisiologías, resultan del encuentro o del conflictoentre las fuerzas
económicas del capital y las fuerzas sociales que se le resisten. Pero he aquí que
existe además un árbitro dedicado a atenuar o darle solución a esta
conflictividad, que por cierto siempre es de carácter doble, social y ambiental: el
Estado. Por ello, todo territorio será siempre un espacio en equilibrio o en
desbalance, sano o enfermo, vigoroso o al borde del colapso,resultado del juego
de fuerzas entre el poder económico (el capital), el poder político (el Estado) y el
poder social (los ciudadanos organizados).
A estas alturas del partido, nadie puede afirmar seriamente que los gobiernos
del mundo, sean de derecha, centro o izquierda, estén actuando de manera
imparcial en el juego de poderes y, mucho menos, que estén orientando las
partidas hacia elfortalecimiento del poder social o ciudadano. En su fase
corporativa y global, el capital ha doblegado, penetrado, corrompido, con muy
escasas excepciones, a los poderes políticos contemporáneos. En la dimensión
espacial, este hecho se expresa en la sujeción más o menos completa del trabajo
humano a los intereses del capital y, lo que es más importante, en la alteración,
dislocamiento y colapso delos procesos de la naturaleza. Todo ello sin que los
estados hagan mayor cosa por evitarlo. En las regiones, lo que bajo las dinámicas
tradicionales se mantenía en un cierto equilibrio, bajo los nuevos mandos del
capital se vuelve un franco desorden. El movimiento natural de las aguas se ve
afectado por el agotamiento de los manantiales o la obstrucción, la
contaminación o el sobre uso, ylo mismo sucede con la reposición de los suelos.
A escala regional los ciclos se dislocan y los paisajes pierden su equilibrio,
dando lugar a fenómenos imparables de deterioro. Con ello los recursos que
sostienen a las sociedades locales se ven disminuidos e incluso agotados,
convirtiendo al mundo en un gigantesco escaparate de millones de pequeños
territorios donde la irracionalidad social yambiental, al irse acumulando, dan
lugar a afectaciones globales cuyo efecto final es el calentamiento del planeta.
México es, por desgracia, un ejemplo notorio de la doble destrucción, social y
ambiental, de los territorios. Hoy, el mapa de la República es un vasto escenario
de batallas entre las fuerzas ciudadanas y los cientos de proyectos mineros,
hidráulicos, energéticos, turísticos,...
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