Modelo educativo fae

CECILIA, EL LUCERO DE MI VIDA

Nancy Tapia Paredes

Este título no salió de mi mente, lo dió mi corazón para poner nombre a un trabajo académico universitario, sobre la base de una experiencia devida que me ha permitido ser la persona que soy.

Esta experiencia nace con un ser humano excepcional, una mujer de cabellos de plata y corazón de oro, que tenía la característica de leer lasintenciones y deseos de sus hijas, pero sobre todo, de sus nietos, los “hijos de su corazón” como nos llamaba. Pertenezco a este selecto grupo de niños que tuvimos el honor de tener acceso a su propia vidaemocional, a la propia gama de sentimientos, a la capacidad de amar sin discriminaciones, - soy huérfana de padre aún antes de nacer-, pero nunca me sentí como tal, crecí entre la bondad y el amor,entre la paciencia y la tolerancia, entre el calor de un hogar humilde y la paz del solariego pueblo serrano que nos vió nacer, entre la humildad y el orgullo de ser nieta de la Señora: CECILIA MARÍAGRANDA RAMIREZ, MI ABUELITA

Salcedo es el pueblo que la vió recorrer sus calles, atendiendo a las “viejecitas” abandonadas, a los enfermos olvidados, a las niñas sin padre y alejadas de su madrecomo yo, brindando su regazo a la gente afligida, gozando con las dichas ajenas, dotada de una gran capacidad para responder apropiadamente a los estados de ánimo, temperamentos, motivaciones ydeseos de sus seres queridos y de la capacidad de establecer contacto con los propios sentimientos, discernir entre ellos y aprovechar este conocimiento para orientar nuestra naciente vida.

Elaprendizaje adquirido de este ser maravilloso no sólo son los hontanares del recuerdo. Aún hoy me suministran, a cada instante, durante todos los días, lecciones potencialmente aprovechables. Ya han pasado25 años, pero no he podido olvidar sus enseñanzas cuando decía que “no basta con tener los sentimientos, es necesario saber reconocerlos y apreciarlos, pero sobre todo brindarlos tanto en uno mismo...