Modelos de autonomia

Educación indígena
Menuda habrá sido la fascinación de los europeos cuando llegaron a nuestro continente. ¿Qué relación debían establecer con lugares, costumbres y pueblos desconocidos jamásaludidos en la Sagrada Biblia? ¿Cómo explicar la suntuosidad de las ciudades y culturas nuevas que afloraban de las selvas espesas con enormes cresterías, tabaco y plumas de quetzal? Hasta la Niña o laPinta, descansando en alguna costa, habrán exhalado algún suspiro. Sin duda, desde entonces, la educación (evangelización y castellanización) resultó ser el escudo más eficaz para defenderse de semejantefenómeno desconocido y ejercer un dominio arrollador.

Afanosos en trasformar a los habitantes originarios en algo diferente o definido desde categorías ajenas a sus culturas, la educación indígenageneralmente se ha referido a aquello que se considera que los indígenas “tienen que saber”. Desde siempre, hablar de educación indígena supone una valoración externa de sus culturas. Ajena. En eltranscurso de nuestra historia reciente, se ha insistido en igualar los distintos pueblos subsumiéndolos a la cultura “general”, con un proyecto de homogenización, asimilación o integración plasmadoclaramente en el sistema educativo.

Fracasado, por suerte. Las culturas indígenas se han asumido, en el mejor de los casos, como patrimonio genérico y antecedente histórico de todos los habitantes dela Nación. Basta con revisar algunos textos escolares.

La educación indígena en nuestro país jamás ha sido tal: nunca ha sido planeada ni ejercitada autónomamente por los propios interesados. ElEstado se ha empeñado en esbozar, desde la distancia, políticas educativas, independientemente de lenguas y culturas.

Tras siglos de convivencia, aún no hay esquema educativo que permita la libreexpresión de las culturas “diferentes”, a pesar de las legislaciones que hoy decretan la multiculturalidad y condenan la discriminación y el racismo. Claro que existen propuestas en distintos...