Modelos mentales y empresas
Cuando uno se incorpora a una nueva empresa o puesto es usual que, al preguntar con genuina curiosidad sobre algún proceso de atención al cliente o la forma de haceralgo, uno reciba la tajante respuesta: "porque hemos determinado que es la mejor manera; por eso siempre se hace así".
Desde luego nuestra pregunta no era tan ingenua. En nuestro subconsciente, por unmomento visualizamos una forma distinta de hacerlo, pero la respuesta, pesada como una losa, aplasta nuestras inquietudes reformistas y pensamos: "primero tengo que aprender".
Aunque parezca dramático,esta escena podría pasar como una versión sofisticada del experimento en el que varios simios en una jaula son bañados con agua a presión cada vez que uno de ellos trata de alcanzar los plátanossituados en lo alto de un tubo en medio de una jaula. Después de intentos seguidos al traumático baño, los simios golpean a cualquiera que ose subir por el tubo. Aun después de suspender el baño yreemplazar a intervalos uno a uno los simios por integrantes nuevos, ninguno se atreve a alcanzar la fruta. La paradoja radica en que ninguno de los que propinan las golpizas ha recibido el baño. Solo haquedado el modelo mental: "nunca subas o dejes subir a otro simio por el tubo".
En la jaula mental de las empresas, reprimir al nuevo gerente o empleado puede ser un desperdicio de valiosasoportunidades para mejorar o desarrollar aproximaciones distintas en los negocios, e incluso pueden ser tremendamente nocivos y poner en riesgo el negocio. En la parábola de la rana hervida --mencionada en ellibro "La Quinta Disciplina"--, una rana que es arrojada a una olla de agua hirviente saltará fuera de ella de inmediato. Mientras que otra rana, acomodada en otra olla con agua a temperatura ambiente,no se alarmará con el calentamiento lento y progresivo y morirá sancochada sin siquiera intentar saltar fuera.
Las empresas, en una forma similar y trágica, suelen ser insensibles a cambios...
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