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Olson.
La lectura del libro de la naturaleza: los orígenes conceptuales de la ciencia moderna
Introducción
En este trabajo Olson intenta estudiar cómo los modos de lectura e interpretación de los textos que se habían transformado  en el Renacimiento pudieron contribuir a generar las nuevas formas de pensar la naturaleza, la mente y el lenguaje que aparecieron en el siglo XVII.
Capítulo VIII: lalectura del libro de la naturaleza: los orígenes conceptuales de la ciencia moderna
Discurso medieval y discurso moderno 
Según el autor, dos discursos aparecen bien diferenciados. Por un lado el discurso medieval se caracteriza por ser analógico. Dentro de él los lectores debían encontrar significados ocultos en los acontecimientos, lo que encontraba apoyo en la Retórica.  Así, leían laNaturaleza al igual que las Sagradas Escrituras: descifrando signos. Ejemplo de esto según Paracelso seria “…el segundo libro de la medicina es el firmamento (…) Es ese libro que contiene todas las virtudes y todas las proposiciones… las estrellas en el cielo deben considerarse en su conjunto para que podamos leer la oración en el firmamento.  Es como una carta  que nos ha sido enviada desde una distanciade cien millas, y a través de la cual nos habla la mente del autor”
La relación signo-cosa significada era biunívoca[1]. Se creía que las palabras e imágenes poseían un nexo natural con las cosas: palabra e imagen eran parte intrínseca del objeto. Se trataba, señala Olson, de una relación metonímica.[2]
Por otro lado, el discurso moderno, llamado “analítico referencial” es sustancialmentediferente.   (Comienza a abandonarse una lectura teocéntrica )
Los discursos eran considerados analógicos (edad media), donde cada individuo debía formar su propia síntesis y detectar los significados ocultos que generalmente estaban reservados para especialistas. Pero a partir del Siglo XVII se dio lugar a un nuevo discurso moderno que se llamo analítico-referencial, y los mismos se desarrollaban de unaforma factica y prosaica, y no retórica o poética como venia dándose hasta este quiebre. Se le da a los signos una nueva concepción y una clara distinción entre el significado y la idea que este representa. Lo que Olson llamo leer las líneas y no entre líneas.  
Francis Bacon fue un claro exponente de este acercamiento al mundo. Proponía una interpretación de la Naturaleza que va del “sentido alintelecto”. Es decir, parte de lo percibido por los sentidos para luego ir al concepto.
En cuanto a los signos, Galileo va a plantear la necesidad de recurrir al lenguaje matemático para sortear la ambigüedad de las palabras, lo “engañoso” de las mismas por la polisemia que encierran y la posibilidad que abren a la manipulación  de los significados. Galileo plantea la separación entre palabra, ideay realidad. Entonces, señala que el conocimiento es una realidad manipulada mediante los signos: de ahí la importancia de la escritura matemática.
A partir de la separación mencionada, los signos comienzan a ser considerados arbitrarios. Se creía que las palabras tenían un significado por referencia a las ideas más que a las cosas.  Cuando la palabra pierde su relación directa con la cosa deja deser un nombre correcto para ella: ahora sólo la representa. Seguramente por eso decrece la tentación de creer en las palabras mágicas, señala Olson.
Nuestro autor apoya su producción en las ideas que Michel Foulcault desarrolló en Las ideas y las cosas. Para Foulcault, recién en el siglo XVII el lenguaje y otros sistemas de signos se consideraron representaciones. Los signos no se corresponden“naturalmente” con su objeto, sino que se trata de convenciones. Tampoco son copias o mímesis sino representaciones.
Los escolastas aristotélicos decían que las Escrituras debían leerse literalmente. La lectura aparecía como abierta a todo el mundo siempre que se recurriera a procedimientos correctos. La interpretación correcta, basada abiertamente en el texto, era aprehensible por los sentidos....