Modern Love

Modern Love
Por Felipe Figueroa Z.
Abril
 
Probablemente este sea el mes más mencionado en las canciones de amor. En fin, no es que importe mucho, pero de alguna manera ese dato (que puede ser completamente ficticio) me pone en una predisposición especial para el amor (o lo más parecido que se pueda conseguir). Fue en ese ánimo que conocí a Sofía. En la micro, como en las películas. Sólo quemejor, o no mejor, mas chilensis, lo que impidió que nos sintiéramos en una película. La situación: todo bastante natural, ¿nos habíamos visto antes en alguna parte? (ella se acercó, punto para mí). Aparentemente sí, sólo que ella no podía recordar algún detalle relevante. Bajamos juntos, caminata bien conversada, le gusta la música, por lo menos la que me gusta a mí (punto para ella). Habíatiempo para una cerveza (punto para los dos). La conversación fue larga, relajada, divertida, al parecer había tiempo para más de una. Ya borrachos nos fuimos a su casa, papás en la playa (ya no llevaba la cuenta de los puntos, que el lector decida para quien va el punto).
 
Lo genial de nuestra generación es que nos hemos entregado al placer sin confundirlo con alguna otra cosa. Un buen polvo (másde uno, pero digamos que toda la noche fue un gran polvo) sin culpa y nada más. No se me malentienda, no se trata de la clásica actitud la-juventud-no-es-capaz-de-afecto, o las pendejadas postmodernas sobre la sociedad de consumo, somos capaces de afecto y de amor (mucho más que cualquier viejo de mierda) pero podemos disociar placer y amor sin que por eso caigamos en el pecado. En nosotros, estaoperación no tiene nada de liberador, es natural, Placer y Amor son paralelos y no se excluyen.
 
Volviendo a esa noche en particular, me declaro bastante satisfecho, sexo rico, juguetón. A los diecisiete Sofía se mueve con soltura, es delicada, sabe precisamente lo que quiere y te lo hace saber. Se dejó desvestir con docilidad, una vez desnuda me recostó en la cama y me la chupó. Aquí hay quehacer un alto en la historia y agradecer que una mujer entienda el pico. Saber cuánta presión es deseable, que tan sensible es el glande. Esta es otra de las Grandes Virtudes de mi generación: por fin hay paridad de géneros, no sólo nosotros tenemos que aprender los secretos de la masturbación femenina, ellas también deben aprenderlo. No es llegar y bombear hasta la eyaculación, una buena paja es untesoro, un arte, y ella me hizo una buena, con la boca. Una vez arriba de ella pensé (solo por un instante) que podría follar todo el día y toda la noche, durante semanas, sin parar, sin aburrirme. Claramente, la cosa no es tan así, eventualmente nos quedamos dormidos. A la mañana desperté arriba de ella, la penetré suavemente para despertarla, gimió suavemente y se puso arriba mío, un par dehoras en la cama, a la ducha y a la casa. La despedida es sencilla, un beso y un nos vemos, nada más. Ambos sabemos que estaremos disponibles, tampoco es mucho problema si no.
 
Camino a la casa fui reconstruyendo su pieza. Una pieza relativamente típica, salvo por la notable colección de discos. Los coleccionistas son una especie en vías de extinción, ese deseo de conservación y de totalidad ya notiene sentido en el mundo de hoy. Los objetos son cada día más desechables, más reemplazables. Al mismo tiempo todo es más accesible, así que ni siquiera queda el desafío de buscar y encontrar esa última pieza infaltable, esencial para la colección. Esta en e-bay, te lo garantizo. Si lo quieres pagar, alguien te lo va a vender. Lo más parecido a ese afán de colección es la costumbre repugnante dellenar álbumes de láminas, de la pelotudez que sea: el álbum de la selección de futbol, de la serie japo que esté de moda ese semestre, un largo y pelotudo etcétera. Mucho más interesante es lo que ocurre alrededor del álbum: jugar a las láminas, el álbum es la excusa. Lo que importa es jugar las láminas. Así ocurre con muchas cosas, lo realmente valioso queda relegado. “Lo esencial es...