Modernidad Arte
Adolfo Sánchez Vázquez
El nacimiento y consolidación de la estética, como disciplina filosófica, sistemática y autónoma, es inseparable del proceso de formación y afianzamiento de la modernidad. Aunque las reflexiones sobre lo bello y el arte se remontan a la antigüedad griega y salen al paso, una y otra vez, a lo largo de la historia de la filosofía,la estética se funda cuando el arte como actividad práctica humana y la belleza como valor se distinguen de otras actividades y de otros valores. Y se funda, asimismo, cuando el saber acerca de su objeto se autonomiza respecto de otros saberes. La autonomía en ambos sentidos, que Baumgarten atisba y perfila Kant, significa que el objeto de la estética -el arte bello- se libera de sus funcionestradicionales y se confía en la razón como la vía adecuada para conocerlo. Pero semejante liberación y confianza solo se dan en las condiciones históricas, sociales y culturales de la modernidad. Un fugaz vistazo a la situación de lo estético premoderno, o ajeno a Occidente, nos permitirá destacar lo que inauguran y afirman la teoría y la practica estéticas modernas. Aunque la autonomía del arte seva fraguando desde el Renacimiento impulsada por sus atisbos en la Grecia clásica, sólo se alcanza en los tiempos modernos en la Europa occidental. Fuera de esas coordenadas espacio-temporales, no existe semejante autonomía. No se da, por ejemplo, en la Edad Media en una catedral gótica, cuyas formas se valoran y justifican estéticamente en el contexto religioso en que se integran. Tampoco, fuerade Occidente, en una cultura azteca -como la Coadicue- producida para aplacar la ira de una deidad terrible, o mantener la armonía del hombre con el mundo; inseparable, por lo tanto, de los mitos de una sociedad prehispánica. En un caso y otro, se trata no de obras de arte, destinadas por su función principal -estética- a ser contempladas, sino de objetos supeditados al valor y a la función querigen en la respectiva comunidad. Ni estos objetos ni la actividad humana que los produce se conciben en ella autónomamente, sino en relación indisoluble con valores que los trascienden y al servicio de ellos. No existe, pues, un reino autónomo del arte, escindido del conjunto de manifestaciones vitales, sino como parte del todo en el que se integran la naturaleza, los hombres y los dioses. Estodetermina, a su vez, la unidad en el hombre de sus diversas actividades: mágica, religiosa, moral, política, estética, etcétera. La modernidad separa lo que tradicionalmente ha estado unido. Lo que estéticamente se integraba en la comunidad o se supeditaba a los valores dominantes en ella, es separado del todo en que tuvo su origen y adquiere un valor propio, cualquiera que fuese el valor al queestuvo supeditado en sus orígenes. Ese plusvalor, estético, se manifiesta al ser contemplado el producto artístico, desprendido de sus significados y funciones originarios. El arte pasa de ser un medio para convertirse en un fin. De este proceso de autonomización, característico de la modernidad, surge la estética como un saber autónomo acerca de esa práctica, ya escindida de la totalidad vital en quese integraba. La teoría y la práctica estéticas modernas presuponen cierta idea de la modernidad que puede servirnos de vara para medir tanto su proyecto como su realización. Veamos algunos componentes básicos de ella que, en todos los casos, marcan su ruptura con el mundo tradicional premoderno o ajeno a Occidente. 1) _Diferenciación o autonomía._ Ya hemos apuntado este rasgo con respecto alarte, pero también se da en otros campos: ciencia y moral, política y economía, derecho y técnica. La política ya no esta sujeta a la religión, ni la técnica a la moral, ni la economía a la política. Pero, por su lógica interna, el desarrollo científico, técnico y económico será fuente no sólo de progreso material, sino también de destrucción y enajenación. 2) _Dinamismo y cambio._ Frente al...
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