Modernidad liquida

LOS RETOS DE LA EDUCACIDN EN LA MODERNIDAD LrQUIDA
Zygmunt Bauman
En el Washington Post del 2 de enero de 2001, Caroline Mayer informaba sobre una amplia variedad de productos que habian invadido los supermercados estadounidenses durante el ano anterior, descritos como productos de comida rapida que ahorran tiempo y esfuerzo y pueden consumirse instantaneamente sin complicaciones. Es verdad quelos norteamericanos (y no s610 ellos) hace tiempo que han lIegado a identificar el pro~~esocon los atajos: con las cada vez mas abun-=dantes oportunidades de comprar 10que antes habia que hacer. Tambien es cierto (y tan cierto que parece trivial) que, una vez que se ha instalado, esa concepcion de «mejoramiento» tiende a expandirse en espiral y a situar en la categoria de tareas evitables ydesagradables una cantidad cad a vez mayor de actividades que antes se realizaban de buena gana. Labores que soHan efectuarse diariamente, en general sin quejas y a menudo con placer, han lIegado a considerarse y experimentarse como una perdida desechable, aborrecible y detestable de tiempo yenergia. Esta tendencia no es de ningun modo novedosa, pero , la velocidad con que estos «nuevos y mejorados» ••preparados que permiten ahorrar tiempo se han ins": talado recientemente en las estanterias de los super- . mercados, p3ra pasar velozmente a los carritos de los
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entusiastas

consumidores,

asombrarfa al mas agudo y de los hii-

observador de los mercadosalimentarios

bitos de sus adictos. Caroline Meyer nos hace saber que cada vez hay mas ninos estadounidenses, frecuencia, implica y cada vez con mayor que consideran agobiante el esfuerzo que
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~ a la vieja usanza piimero hay q(jenefVrragUa~-l1enaf la tetera, hacer el te y luego esperar a que el preparado se enfrie. Mucho trabajo y mucho tiempo. LSOotro potentado dela industria decidi6 calmar la impacien-

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~ brevivirian la sed y el deseo de saciada todo el proce~ so? Afortunadamente,

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de alimentos,

Lipton,

comer una manzana: demasiado trabajo ardientes y, ademas, una

cia de los amantes del te helado y ofrece a los afligidos adictos unas bolsitas de te cuyo contenido es soluble en agua fria (y hasta helada). Ahorala satisfacci6n puede ser instantanea, como en el caso del recientement:! comercializado aWn instantaneo en polvo que pone fin a la engorrosa tarea de perder tiempo abriendo una lata. Ya no es necesario posponer las necesidades. La espera -como prometieron a los futuros alguna vez los anuncios que tentaban ha sido finalmente eliminada

duo para las mandibulas y

inversion de tiempo excesivapara la cantidad de placer obtenida. _Aestos ninos tambien les desagrada tener que pelar una naranja y prefieren beber un juga envasado. La nueva costumbre de beber cerveza directamente de la botella, un hiibito que se expande por los bares estadounidenses y los pubs ingleses tan velozmente como un incendio forestal, Lno se relaciona con una creciente sensacion de que es un trabajo demasiado tediosoverter la cerveza de la botella en unCl copa antes de saciar la sed? Smucker, una fabrica de comidas rapidas, present6 no hace mucho una novedad ampliamente bre l;:Jsque se unta la mantequilla jalea de frutas de
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usuarios de las recien aparecidas tarjetas de creditodel deseo de consumir aWn y te helado.

aclama-

da: han quitado la corteza alas rebanadas de pan sode cacahuete y lapreferidos de
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emparedados

En su articulo, Caroline Mayer cita al profesor David Shi, de la Universidad Furman de Carolina del Sur: en una circunstancia into«Esperar se ha convertido

ninos estadounidenses. exito fue instantaneo.

Aparentemente, Segun parece,

la innovacion
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da respuesta a una urgente necesidad puesto que el ninos lIegaron a considerar que morder el borde mas...