Modernidad y museo nacional

(BORRADOR PUNTO 1)
Se ha hablado hasta el momento bastante de la modernidad, se ha documentado, interpretado y debatido sobre su significado, sus puntos álgidos y su forma; pero me es inevitablepensar que, aunque hemos identificado y sometido a duda ciertos puntos críticos de dicha modernidad, de manera simultánea la hemos idealizado. Esto lo digo en el sentido en que, el esquema mediante elcual la hemos venido abordando tiende a parecer bastante monolítico, o sea, nos hemos hecho a la idea de que el proceso moderno, aun con sus rupturas y contradicciones internas, avanzó y se encuentramanifiesto en nuestro presente, en nuestra realidad. Podemos constatarlo en nuestra cotidianidad; tenemos un documento que nos identifica y nos diferencia de los demás sujetos que nos rodean, estos, almismo tiempo, son nuestros coterráneos, vivimos en una nación con unas instituciones y cultura establecidas; la distribución del espacio en nuestros hogares, el conocimiento al que tenemos acceso ysobre todo nuestra forma de subsistencia, el dinero y el trabajo. Ahora bien, se nos hace difícil pensar en que esa modernidad que ha permanecido relativamente estática, por lo menos desde nuestraperspectiva de sujetos, sea capaz de cambiar y reinventarse; aun cuando lo hace, innegablemente, no percibimos origine a cambios que puedan desbordar nuestra conciencia e inducirnos a pensar en unarealidad cambiante y maleable, una realidad que se desvanece. Creo que esto anterior es un sentimiento premeditadamente infundado, la modernidad continúa en crisis, siempre lo ha estado, y hoy somostestigos de una de sus muchas contingencias. Veo en los museos, y especialmente en el museo nacional, una suerte de aparato que destila una ideología edulcorada de pluralismo y multiculturalismo; pero almismo tiempo un instrumento que encubre las constantes pugnas de los diferentes sectores que conforman nuestra “moderna” condición de colombianos, el museo omite la realidad moderna que se desvanece y...