Modernidad y tecnologia

Afirmaci�n tecnol�gica postmoderna

Anders Michelsen

Visto con perspectiva, la amplia presencia que la tecnolog�a de la informaci�n ha tenido en los debates desarrollados durante la d�cada de 1990 sigue siendo desconcertante. [1]

�Qu� significa, por ejemplo, imaginar un "ciberespacio" en el sentido de "realidad virtual o realidad multidimensional artificial" (Michael Benedikt) en el"territorio cibern�tico y electromagn�tico" (Jonathan Crary) del ordenador? [2]

�Qu� significa la fascinaci�n por la est�tica de una "identidad terminal", "un espacio de acoplamiento a una existencia intensamente tecnol�gica" (Scott Bukatman), en el doble sentido del "t�rmino": como "fin, final", como "t�rmino" y como "l�mite"? [3]

�C�mo interpretar las continuas suposiciones de la sociedad de lainformaci�n, el ser digital (Nicholas Negroponte), el camino que a�n queda por delante (Bill Gates), en una �poca obligada a la renuncia del Telos hist�rico y social? [4]

�Qu� implican los conceptos "terminal", "l�mite", "territorio"o "red"? �Qu� accesos terminales, qu� territorios en qu� l�mites? Dicho de otro modo, �qu� condici�n asignar a estos significados?

Aunque las grandesexpectativas despertadas por la tecnolog�a inform�tica se han serenado al menos temporalmente, y aunque la "nueva econom�a" haya resultado a la postre ser tan "vieja" como cualquier econom�a capitalista, el debate desarrollado durante la d�cada de 1990 a�n puede abordar importantes cuestiones y perspectivas. Mientras las posibilidades del ordenador en los comienzos del siglo XXI parezcan acaso maltrechas, ala luz de los problemas de utilidad, seguridad, agentes inteligentes, desarrollo de la banda ancha, "la web profunda", etc., las visiones relacionadas con la m�quina siguen siendo importantes, pues significan algo diferente en relaci�n con las expectativas.

Pero, �por qu� y c�mo? Sugiero a continuaci�n que una de las cuestiones fundamentales de los debates desarrollados en la d�cada de 1990tiene que ver con el estado de lo artificial, al menos en dos sentidos:

a) Lo artificial en tanto que consecuencias cualitativas de la especificidad cuantitativa y variedad de lo creado; es decir la cohesi�n, sedimentaci�n y complicaci�n gradual de los artefactos elaborados.

En este sentido, lo artificial nos obliga a preguntarnos hasta qu� punto la dicotom�a heredada entre lo artificial y lonatural sigue siendo v�lida, por ejemplo, como ideolog�a para dominar la naturaleza.

b) Lo artificial en tanto que consecuencias cuantitativas de la especificidad cualitativa y variedad de lo creado; es decir, el cambiante radicalismo de la cohesi�n y la complicaci�n de los artefactos elaborados.

En este sentido, lo artificial nos obliga a preguntarnos si lo artificial debe considerarse comoalgo escasamente comprendido, como algo m�s all� de la dicotom�a heredada.

Esto nos lleva al asunto principal de este art�culo. Los debates de la d�cada de 1990 apuntan a la complejidad de lo artificial de un modo novedoso y mal comprendido. Es decir, que podemos modificar los escenarios del debate y tomarlos como punto de partida para un estudio espec�fico de lo artificial como aquello que noviene principalmente dado por la dicotom�a natural-artificial, sino que es imaginado y, por tanto, creado.

Aunque ello no resta importancia a la naturaleza, tal como demuestran los abundantes problemas medioambientales, s� revela un cambio en la noci�n de lo artificial, que subraya el hecho de que las creaciones de lo artificial deben entenderse mediante conceptos ajenos a esta dicotom�aheredada. O lo que es lo mismo: lo artificial debe interpretarse en sus propios t�rminos, distanciado del Telos de la dicotom�a heredada.

Y con esto despejamos un poco la confusi�n de los debates de la �ltima d�cada del siglo pasado. Tengo la impresi�n de que lo que estamos viviendo es una perspectiva de un imaginario de lo artificial, en el sentido de "esquemas imaginarios" -im�genes, conceptos,...