modos clinicos del dolor psiquico

La presente monografía se enmarca dentro del Seminario Modos Clínicos del Dolor Psíquico de la Maestría en Psicoanálisis de la Universidad de Buenos Aires y tiene por objetivo problematizar algunas cuestiones sobre la muerte y su abordaje en la clínica psicoanalítica.
En el contexto de mi tesis de maestría ha llamado mi atención el hecho de que para Freud, si bien la muerte (al igual que lasexualidad) no se inscribe en el aparato psíquico, sí opera en éste, es decir, vendría a ser un operador sin inscripción significante. A continuación, presento un recorrido en el cual doy cuenta de distintos textos en los cuales Freud y Lacan conceptualizaron algunas cuestiones sobre la muerte, para finalmente planear las interrogantes que estos textos motivan mi tesis de maestría.
En primer lugar,quisiera referirme al texto de Freud “Nosotros y la Muerte” (1991) en donde realiza una revisión de la posición de los judíos ante la muerte. Ahí menciona ciertos aspectos interesantes, a saber, que los sujetos se comportan ante ella como si quisieran eliminarla de sus vidas y por lo mismo, tratan de ignorarla. Al ser la muerte algo poco recurrente en la vida de las personas, cuando alguien se veenfrentado a una muerte se siente conmovido y perturbado en su seguridad como si fuera algo insólito. Nadie ve la muerte como una necesidad de la naturaleza, sino que cada vez se rebaja más a la muerte a la categoría de casualidad. Menciona además, que las personas sensibles no cuentan con, o piensan en la muerte del otro aunque la muerte de aquel pueda proporcionar libertad, posición o riqueza,pero si el otro ya falleció, se lo admira como si hubiese alcanzado algo excepcional, pero menciona también “en cambio nos sentimos totalmente indefensos cuando la muerte se lleva a las personas amadas, a los padres, al esposo, a los hermanos, a los hijos o los amigos; no dejamos que nos consuele nadie y nos negamos a sustituir por otro a aquel que hemos perdido” (pág. 2).
En “Nosotros y lamuerte” (1991), Freud hace una revisión de lo que la muerte significó para el hombre prehistórico, para quienes la muerte del extraño, del enemigo, era radicalmente opuesta a la muerte propia. La muerte del otro le venía bien, por eso, menciona Freud, “la historia primitiva de la humanidad está llena de asesinatos” (pág. 4). Luego agrega “El hombre primitivo no pudo seguir negando la muerte, ya que lahabía experimentado parcialmente por medio de su dolor, pero sin embargo no quiso reconocerla porque no pudo pensarse a sí mismo como muerto. Así se metió en compromisos, admitió la muerte pero negó que fuese la aniquilación de la vida como la había pensado para sus enemigos. Junto al cadáver de la persona querida inventó los espíritus, pensó en el desdoblamiento del individuo en un cuerpo y un alma,u originariamente en varias almas. Con la conmemoración de los difuntos se creó la idea de otras formas de existencia, para las que la muerte sólo era el comienzo, la idea de una continuación de la vida después de una muerte aparente.” (Pág. 5). Más tarde Freud, a propósito ya no del hombre prehistórico se pregunta “¿cómo se comporta nuestro inconsciente frente al problema de la muerte?” (pág. 6)y se responde que el inconsciente tiene la misma posición que el hombre primitivo frente a la muerte, es decir, no cree en la propia muerte, sino que se ve forzado a comportarse como si fuera inmortal. Por otro lado, “aceptamos la muerte de extraños y amigos y la utilizamos contra ellos como lo hicieron los hombres primitivos. La diferencia sólo está en que no ocasionamos realmente la muerte sinoque sólo la pensamos y la deseamos” (pág. 7), lo que lleva a Freud a proponer que “en nuestro inconsciente todos seguimos siendo aún hoy en día una banda de asesinos” (pág. 7), y ejemplifica con la frase “¡que se vaya al diablo!” el hecho de que todos, de manera inconsciente, queremos eliminar a quién se nos interpone o perjudica.
Lo que tienen en común el inconsciente del hombre actual,...