modulo 7
La consagración de Juan Manuel de Rosas comogobernador de la provincia de Bueno Aires fue, para los observadores de los sucesos políticos el desencadenamiento natural y lógico de los hechos. Para sus partidarios fue un acontecimiento jubiloso.
Rosas dominaba el escenario político en forma indiscutida. Ninguna de las otras cabezas del partido federal podía igualar su prestigio y los líderes unitarios estaban descalificados. Rosas llegabarodeado de una obra inigualable. Su intervención a favor del gobierno de Rodríguez lo había exhibido como el defensor de la autoridad y el orden; su participación en el Pacto de Benegas lo convirtió en un campeón de la paz. Su posterior retiro de la escena había subrayado su desinterés.
Además, era él más poderoso intérprete de los intereses de los hacendados porteños: sus relaciones con losindígenas, sus memorias sobre la situación de la campaña y la línea de frontera, la perfecta organización de sus estancias, avalaban su habilidad y capacidad.
El general Rosas nació en el seno de una familia distinguida. Vivió su juventud en el campo y no solo se convirtió en breve plazo el mayor propietario de la provincia, sino que asimiló las costumbres de su gente logrando entre ellas unprestigio que nadie había conocido antes. Se casó muy joven y la pareja no solo fue armoniosa sino que posteriormente constituyo un equipo político perfecto.
Rosas había recibido una educación mediana pero era culto por su lectura como, con una erudición un tanto fragmentaria que sabía utilizar cuando el auditorio lo requería, pero que naturalmente ocultaba, sobre todo en presencia de gente de pocasletras. Despreciaba la pedantería doctoral y sentía una instintiva por las teorías. Tenía un temor visceral por el caos, del que derivaba una predicción casi obsesiva por el orden y el principio de la autoridad. No fue casualidad que su proclama de octubre de 1820 terminara con estas palabras.
“¡Odio eterno a los tumultos! ¡Amor al orden! ¡Obediencia a las autoridades constituidas!”
Estapredilección, servida por una excelente opinión de sí mismo y un gran orgullo, fue la base de sus tendencias autocráticas que se pusieron en evidencia cuando ejerció en el poder. Ya en su informe sobre el arreglo de la campaña proponía que ésta estuviese gobernada por un sujeto con facultades tan ilimitadas como conviene al fin de levantar y organizar con viveza los muros de respeto y de seguridad.Rosas rechazaba el liberalismo como novedad causante de alteraciones políticas, como doctrina herética y como formulación teórica que alejaba a sus cultores de la realidad del país. Nada mas reñido con idiosincrasia era esencialmente pragmático. Si Rivadavia servía los principios al punto de perder de vista las circunstancias reales, Rosas era un práctico hasta el punto de perder de vista los...
Regístrate para leer el documento completo.