Momentos De Angustia
¿Aló, con quien hablo?, preguntó Gonzalo, una voz femenina se escucha desde el otro lado de la línea telefónica, “¡hola Gonzalo, le habla Rubiela!”, ¡hola Rubiela!. Sí, la mujer que se está comunicando, de apellidos Motato Vélez, también es empleada de la misma empresa pública donde labora
Gonzalo, el vinculo laboralque existe entre ellos, les ha permitido compartir miles de horas de trabajo durante trece años, edificando de esta forma una gran amistad, viviendas. que hasta comparten la vecindad inmediata de sus dos
Rubiela con voz entrecortada, aparentemente tranquila y acompañada de un pequeño ruido que se escucha en la bocina del teléfono, de forma tajante y seca, le dio una noticia a Gonzalo: “¡OigaGonzalo, a su casa se entró una culebra, consiga por allá arriba quien venga a sacarle ese animal, pues en el barrio no hay quien se le mida a coger o a matar a ese bicho!”.
Después que colgó el teléfono, Gonzalo quedó meditando e imaginando sobre la difícil situación en que se podía encontrar su familia, se preguntó si continuaba con el trabajo que estaba desarrollando, si apagaba el 1computador y se retiraba de la oficina rumbo a su casa o sí salía a buscar a alguien que le ayudara a solucionar tan difícil tarea. No dudó un momento más y en pocos segundos estuvo parado en el parque principal del pueblo, esperando el vehículo de servicio público que regularmente lo transporta hasta su vivienda.
Mientras tanto en la ciudadela donde estaban ocurriendo los hechos, todo era confusión,Francy Elena Hoyos Guevara, la esposa de Gonzalo, seguía
aterrorizada, no había imaginado en su vida tener tan de cerca a semejante animal. El miedo se apoderó de ella, con inusitada prisa salió de su casa, llevaba en su mente la firme decisión de solicitar ayuda a los vecinos de la vivienda de en frente, todo ocurrió tan rápidamente que olvidó llevar consigo a sus hijos menores Juan David yDaniel Andrés Villaquirán Hoyos.
Las casas de la Ciudadela “Carlos Pizarro Leongomez”, casi todas son del mismo modelo, al decir, un desprevenido transeúnte las confunde
fácilmente, desde el exterior de la número 12N-21 se oía tenuemente una voz, ¡Tranquilícese doña Francy!, exclamaba Jesús Antonio Castillo
Ocampo, vecino de Francy Elena y esposo de doña Alix Lasso. Se trataba de un hombrede estatura mediana y músculos fuertes, su apariencia de serenidad le permitió preguntar por el motivo de la angustia de la mujer. Ella con voz entrecortada, con el color de su tez blanca mas pronunciado por el susto, le respondió a Jesús Antonio, explicándole que estaba sentada en la cama atendiendo a Daniel Andrés, su hijo menor, a quien recientemente el médico endocrinólogo le había practicadouna operación de las amígdalas, estando en estas actividades, se acercó el otro hijo Juan David, quien se
estaba cepillando los dientes en el lavadero del patio y con un grito ensordecedor le expresó que en la casa había una culebra. 2
Francy Elena visiblemente atormentada, había continuó su narración, su vecino la miraba fijamente al rostro, ella le explicó que a pesar de la angustia deJuan David, éste continuó parado al lado de la cama, pasaron unos segundos, despreocupada le respondió con voz baja, que el animal que el decía ser una culebra seguramente era una lombriz que había llegado por la tubería del acueducto. El niño volvió a salir y unos segundos después de
haberse retirado del cuarto, nuevamente entró asustado, exclamando que el animal que había avistado no era una...
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