MOMO

MOMO
DE MICHAEL ENDE- 1929 A 1995 (ALEMÁN)

Un día corrió la voz en la cuidad, de que alguien vivía entre las ruinas (un anfiteatro), se trataba de una niña: Momo.

MOMO.- Era una niña vestida con un chaquetón de hombre, viejo, demasiado grade, y una falda de remiendos de todos colores, no tenía aseo, ni orden, despeinada, entre 8 y 12 años, siempre descalza (sólo en invierno llevabazapatos). Momo no poseía nada, sólo lo que encontraba o le regalaban.

Debajo del escenario de las ruinas, cubierto de hierba, había unas cámaras medio derruidas, a las que se podía llegar por un agujero en la pared. Allí se había instalado Momo como en su casa.

Una tarde llegaron unos hombres de alrededor que trataron de interrogarla, Momo temía que la echaran, pero pronto se dio cuenta de queera gente amable. Ellos también eran pobres y conocían la vida.

Le preguntaron: “¿Y cuándo naciste?”
Momo contestó: “Por lo que puedo recordar, siempre he existido”.
Le volvieron a preguntar: “¿Cuántos años tienes?
Momo contestó: “Cien”. (La gente tardó en darse cuente de que la niña sólo conocía un par de números que había oído por ahí, pero que no significaban nada, porque nadie le habíaenseñado a contar).

Se quisieron llevar a Momo a vivir con ellos, pero ella se quiso quedar ahí, y entre todos, decidieron que cuidarían de ella. La cueva de piedra donde vivía se volvió una acogedora habitación.

Desde entonces, Momo vivió muy bien, por lo menos eso le parecía a ella. Momo había tenido suerte de encontrar a gente tan amable, pero también la gente, pronto se dio cuenta de quehabía tenido mucha suerte de encontrar a Momo.

Momo tenía muchas visitas, casi siempre se veía a alguien sentado con ella, que le hablaba solícitamente. Y el que la necesitaba y no podía ir, la mandaba buscar. Y a quien todavía no se había dado cuenta de que la necesitaba, le decían los demás: “¡Vete con Momo!”. Esa frase se volvió de uso popular.

No era tan increíblemente lista que teníaun buen consejo para cualquiera, no tenía las palabras apropiadas cuando alguien necesitaba consuelo, no sabía hacer juicios sabios y justos, no sabía magia, no tocaba un instrumento, no sabía predecir el futuro, simplemente SABÍA ESCUCHAR COMO NADIE.

MOMO SABÍA ESCUCHAR de tal manera que a la gente tonta se le ocurrían, de repente, ideas muy inteligentes. No porque dijera o preguntara algo quellevara a los demás a pensar esas ideas, no; simplemente estaba allí y escuchaba con toda su atención y toda simpatía. Mientras tanto miraba al otro con sus grandes ojos y el otro notaba de inmediato cómo se le ocurrían pensamientos que nunca hubiera creído que estaban en él.

Sabía escuchar de tal manera que la gente perpleja o indecisa sabía muy bien, de repente, qué era lo que quería. O lostímidos se sentían de súbito muy libres y valerosos. O los desgraciados o agobiados se volvían confiados y alegres. Y si alguien creía que su vida estaba totalmente perdida y que era insignificante y que él mismo no era más que uno entre millones y que no importaba nada y que se podía sustituir con la misma facilidad que una maceta rota, iba y le contaba todo eso a la pequeña Momo, y le resultabaclaro, de modo misterioso mientras hablaba, que tal como era sólo había uno entre todos los hombre y que, por eso, era importante a su manera, para el mundo.

Una vez la fueron a visitar dos hombres (Nino y Nicola) que ya no se hablaban, pero que eran vecinos. Para no ofender a ninguno, Momo se sentó a la misma distancia de ambos. Momo, simplemente esperaba a ver qué ocurría, algunas cosasnecesitan tiempo, y tiempo era lo único que Momo tenía de sobra.

Después de un rato de que volaron de una dirección a otra los peores insultos. A los dos hombres les pareció, de repente, que se veían a sí mismos en un espejo, y comenzaron a sentir vergüenza, y llegaron a analizar por qué motivo se habían peleado desde un inicio.

El asunto era el siguiente: En el pequeño establecimiento de Nino,...