Monarquismo
DURANTE LAS REBELIONES AUTÓCTONAS
COMO EN LA GUERRA DE INDEPENDENCIA.
Arturo Lomas Maldonado
Universidad Autónoma Metropolitana
Unidad Iztapalapa
Área de Historia del Estado y la Sociedad
La lucha en contra del yugo español (que efectivamente no puede confundirse con la lucha por la independencia, iniciada según muchosautores en 1810) adquirió perfiles dramáticos, toda vez que no perdió su carácter genuinamente español aún en los momentos de mayor excitación, ya que desde la época colonial, durante la invasión francesa a España en 1808, después del grito de Dolores Hidalgo y con mucha mayor razón, durante el Imperio de Agustín de Iturbide, el monarquismo y luego el fernandismo van de la mano con una deformadaindependencia que parece marcar la esencia de nuestro ser nacional aún actualmente.
La historia reseña que entre los diferentes planes y proyectos para libertar a nuestro país en el siglo XIX, son numerosas las oportunidades en que se emplea como bandera al monarca español Fernando VII ¡nada menos que para conseguir la independencia del Estado Español! Tales son los casos del pronunciamientode Iturrigaray en 1808, de la Junta de Zitácuaro en 1812, del mismo proyecto de Miguel Hidalgo y desde luego del Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba, impulsados por Iurbide en 1821.
Lo sorprendente es que a escasos años de haberse realizado la conquista, existen lances de nacionales, que, cuestionando severamente la política de continuas exacciones y franca arbitrariedad española, losconquistados, después de consumar acciones espectaculares en contra de sus opresores, igualmente se pliegan a sus designios, cuando que no, adoptan resoluciones lamentables como la misma de llegar a quitarse la vida.
Del mismo modo es de hacer notar la similitud entre el plan del Conde de Aranda con el Plan de Iguala, el primero a fines del siglo XVIII en que se proponía al monarcaespañol, ante el peligro que se adivinaba por la reciente independencia de los Estados Unidos de Norteamérica, la idea de simular la “independencia” del resto de América creando tres reinos, ofreciéndole la corona de cada uno de ellos a sus tres infantes, los cuales en su nombre continuarían explotando estas tierras en favor del monarca, todo ello con el Plan de Iguala de 1821, en que se le ofrece lacorona del Imperio a Fernando VII o a cualquiera de sus descendientes.
No debe perderse de vista que este colonialismo cultural que se refleja en el ámbito político (ofrecer el poder a un representante extranjero) en el fondo encuentra el cúmulo de los intereses comerciales existentes en el período.
Para los pueblos nativos las diferentes reacciones ante la explotación y excesivatributación, se dan por un lado entre quienes absurdamente toman la decisión de matar a sus hijos y matarse ellos, antes que aceptar las órdenes de los peninsulares; mientras que otros, ya sean autóctonos o mestizos o mulatos, concluyen con la completa sumisión hacia quienes venían a destronar: al rey de España y a la religión.
Tales casos, en plena dominación colonial ocurren por ejemplo en laprovincia de Culiacan, en el actual estado de Sinaloa, en el año de 1535, en donde los habitantes se rebelaron contra los excesos en el cobro de los tributos y contra la política de Nuño de Guzmán y sus hombres, de errar como esclavos a cuantos hombres quisieran; aquellos indios principales que se tardaban (a decir de los españoles) en la recaudación de los tributos, se veían obligados a pagar consus hijos este retraso además de ser condenados a morir tras penoso martirio, los excesos trajeron como consecuencia un alzamiento general en la provincia, en donde los habitantes quemaron todos los pueblos huyendo a los montes, “matando a sus propios hijos si no podían llevárselos”.[1]
Los otomíes siguiendo un camino parecido, encontrándose dispersos en las serranías, fueron obligados a...
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