Monografía


El objetivo de este trabajo es comparar a tres autores diferentes, desde tres ejes de un mismo tema. Para ello tendremos en cuenta los siguientes artículos: “La globalización ¿realidad o ficción?”, del epistemólogo argentino, Mario Bunge; “Mito y realidad de la globalización”, del sociólogo y filósofo argentino, Juan José Sebreli; y “Las culturas y la globalización”, del escritor, ensayistay político peruano, Mario Vargas Llosa. Con este propósito, consideraremos los siguientes aspectos respecto de la cuestión que nos interesa analizar: los efectos de la globalización en los ámbitos culturales, sociales y económicos.
En primer lugar, veremos los puntos en común y en contra que tienen los autores sobre los efectos de la globalización en el ámbito cultural. Entre los que se oponena la globalización, Bunge señala que ésta es “muy parcial y unilateral”, y que más bien se trata de una “invasión de productos culturales norteamericanos”, que encima, son los peores. También, califica de basura la producción cultural que exporta Estados Unidos, desplazando, así, los buenos productos culturales propios de cada país. El autor, además, afirma que no circulan con la misma libertadlos buenos productos culturales norteamericanos, “porque no hay mercado para ellos”. Por su parte, Sebreli, también parece de acuerdo en que las deficiencias de la globalización se deben a que es sólo parcial y unilateral, ya que, en el mundo globalizado, comunidades enteras sólo conocen sus consecuencias negativas por los que se encierran en particularismos culturales, etnias, religiones, queprovocan luchas sangrientas, como en Medio Oriente1. Según el sociólogo, esto muestra que, a medida que las tendencias globalizadoras se van afianzando, provocan como reacción un resurgimiento de las formas retardatarias que sólo expresan la desesperación de lo que está destinado a morir. Vargas Llosa, a diferencia de los autores anteriores, se muestra a favor de la globalización, afirmando que nohay motivos para temer una “americanización” del planeta. El escritor deja en claro su postura argumentando, por un lado, que el avance de la lengua inglesa “es un elemento indispensable de las comunicaciones y transacciones internacionales”, como el latín en la Edad Media; y por otro lado, indica que la desaparición de las fronteras funciona como un incentivo para aprender otras lenguas y otrasculturas.
En relación con el ámbito social, Bunge afirma que la invasión de productos culturales norteamericanos, como la comida chatarra, la Coca-Cola o la música Rock, trae como consecuencia que los otros pueblos se limiten a imitar en lugar de aprender, y por lo tanto no progresen. También, sostiene que la globalización solo tiene barreras para las personas que quieren emigrar a otros paísesmás productivos, asegurando que, muchos Estados, están reforzando sus barreras por temor al aumento de la desocupación y a la sobrecarga de los servicios sociales. Sebreli, en concordancia con Bunge, manifiesta que por el planeta entero fluyen libremente tanto capitales como seres humanos: “emigrantes, exiliados, refugiados y vagabundos circulan, como nunca antes, de un extremo al otro; unoshacia algo que anhelan, otros huyendo de algo que temen”. De modo opuesto, Vargas Llosa, destaca que los cambios culturales no se deben a la globalización, sino que a la modernización, y que son inevitables, a menos que se quiera pagar el precio del aislamiento y el retroceso a “los niveles de la vida del hombre prehistórico”. Debido a esto, según el escritor: “la modernización hace desaparecermuchas formas de vida tradicionales, pero, al mismo tiempo, abre oportunidades y constituye, a grandes rasgos, un gran paso adelante para el conjunto de la sociedad”.
En cuanto a los aspectos económicos de la globalización, Bunge manifiesta que la libertad de comercio favorece sólo a los exportadores más poderosos y a las empresas norteamericanas que tienen sucursales en los países vecinos,...