Monograf a de Ratas en la casa SERGIO MONTOYA










Análisis semiótico del texto literario Ratas en la casa
de Roberto Reyes Tarazona

Monografía
Para el curso de Semiótica

Presentado por
Sergio Montoya Canchari




Lima – Perú
2014
INTRODUCCIÓN
Ratas en la casa es un cuento de aprendizaje. Para su proceso de análisis emplearemos la teoría semiológica de Pierre Guiraud, de denotación y connotación, dado que se encuentra un pequeñoenfrentamiento entre lo que sucede en la vida real con el problema que tiene Cecilia con la rata: se da cuenta que a los problemas hay que hacerles frente.
También el cuadro semiótico de Greimas y Desiderio Blanco me servirá de mucho para demostrar la manera tan abrupta como los valores cambian, cómo predomina uno sobre el otro en determinado momento de la narración y la conclusión de esta.
Elobjetivo es desentramar las facetas expuestas en el cuento para hacerlas aplicables en el plano de la vida, lo que es, de alguna manera, el objetivo de quienes se dedican a este oficio de la interpretación.














1. ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN
1.1 Argumento
No era la primera noche. La rata que irrumpía la casa de Cecilia ya tenía un recorrido acostumbrado por la cocina. Ella, sin embargo, noenfrentaba el problema, solo lo dejaba de lado, en tanto la incomodidad por aquel huésped indeseado la atormentaba por las noches.
No obstante, aquella noche sería diferente, puesto que comienza a tomar conciencia del dominio que está teniendo el roedor sobre la cocina, y luego las demás habitaciones podrían parecerle una aventura por explorar, en busca de más cosas para satisfacer su apetito. Porun instante, Cecilia se arma de valor, solo por un instante, segundos después, decide evadir nuevamente el problema. No dormía debido a la bulla del animal escarbando en las ollas de comida y al temor que le tenía. Se esperanzó por un momento en que el estruendo de los objetos que caían al suelo despertaría a su madre y así se haría cargo del asunto, mas no sucedió. Se pasó la noche ideando manerasde acabar con esa plaga que amenazaba con posesionarse de sus madrugadas, incluso el bienestar y la salud de su familia. No se atrevía a matarla ella misma por el asco que sentía tan solo de imaginarla; pero podía tapar el agujero por donde todas las noches salía, empero, ella misma no podía hacerlo, puesto que probablemente rompería algún tubo de desagüe o cable o haría algo mal y el trabajo, alpoco tiempo, tendría que volver a realizarse y el primer intento sería en vano. ¿A quién pedir ayuda? No confiaba en las personas del barrio, temía los chismes y las cosas que pudiera decirle su madre por ponerlos en boca de todos. Y ni ella ni su hermano Juan, un bueno para nada, se harían cargo de la situación; es más, su madre no consentiría un gasto de dinero para la reparación del agujero.Tenía, Cecilia, en casa, todo en contra; es así que se le ocurre algo que no había pasado por su mente antes: pedir un préstamo en el trabajo.
Al día siguiente, se acerca al despacho del Jefe de Relaciones Públicas, no sin antes intercambiar unas palabras con la secretaria, quien le recuerda que para acceder a dicha reunión, tenía que haber anticipado una cita; no siendo de esa manera, Ceciliainsiste hasta que se le concede dicha cita, pero después de la jornada de trabajo. Eso la satisfizo, pues podría pensar bien cómo pedir el préstamo y, a la vez, informarse con sus compañeros respecto a las anteriores veces que aquello había sido otorgado por él.
Al término del día laboral, ingresa al despacho del Jefe de Relaciones Públicas y lo sorprende con su petición, o eso parece. Se inicia unintercambio de palabras en el que el Jefe se ve displicente a dar el préstamo; sin embargo, por un momento Cecilia percibe un ambiente de victoria, hasta que entiende realmente de qué se trata el cambio de actitud de su jefe: las miradas curiosas, los movimientos alrededor del despacho… Anticipándose a lo demás —y negándose a ser parte de ese juego malhadado—, toma una decisión.
Esa misma...