monografia
“Estoy asustada” fueron sus últimas palabras que leí de sus finos labios. Sinceramente esa tarde me había sorprendido; Ella que había pasado por tantas cosas en suvida, pero seguía adelante como si nada hubiera ocurrido. No le temía a nada ni a nadie excepto esa tarde con un cielo anaranjado que resaltaba las lágrimas que caian de susojos. Recuerdo que me dijo:
Señor señor. Sálveme! Encontré a la muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Quiero huir, temo por mi vida, usted que es un hombrehumilde, generoso, distinto a los demás duques, déjeme escapar por favor, se lo ruego!
Al principio no le creía, salvó cuando sollozó sollozo y no paraba.
Toma mis caballos– dije no muy convencido, en realidad yo no quería que se vaya y me djará solo, pero luego la comprendí.
A la mañana siguiente, me sentía desolado, aún más cuando vagabapor mi vasto palacio, y repentinamente, se me manifiesta la Muerte y le pregunte:
esa tarde con cielo anaranjado
si la recuerdo
Dejeme terminar . Porque hizo a misirvienta un gesto de amenaza?
No fue un gesto de amenaza- me respondio- sino un gesto de sorpresa. Pues en este lugar desierto no le correspondía su cesé de respirar.
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