MONOGRAFIAS DE JUAN RODRIGUEZ CLARA
el 16 de marzo de 1913 hasta el 15 de noviembre de 1991.
Su desaparición se debe a la insensibilidad del gobierno neoliberal de
Carlos Salinas de Gortari, pues lo retiraron por "incosteable"; afectando a
miles de gentes de Miltepec, Azcatitlán, Ohuilapan, Ocelota, Pizapan,
Axochío, Ahuacapan, Tilapan, Bebedero,Mazumiapan, Laurel, Lauchapan,
Chacalapan,
El
Sábalo,
Norma,
Cuatotolapan,
Cañada
y
Colonia Domínguez, además de Juan Rodríguez Clara y San Andrés
Tuxtla.
Doña Cirila Ortiz Tinoco, nació en el año de 1884 en la comunidad de
Poposoca, hoy del municipio de Isla, cuenta actualmente con 116 años, ya no ve
pero si oye. Sus canas se cuentancon los dedos de las manos. Sus facultades no
desmerecen, a pesar de que a veces les dice a sus nietos, bisnietos y
tataranietos: "Váyanse ya, que estoy esperando a mi novio". Actualmente vive en
"Matilla de Conejo", anexo del Ejido El Blanco.
El autor con su esposa Guadalupe y su hijo Benito.
Antonio y Flavio Franyutti, últimos dueños de la Hacienda de
Nopalapan, vestidos a la usanzainglesa de aquella época: pantalón de
montar, botas federicas y sombrero de ala ancha. Esta fotografía es de
1925.
Así era Juan Rodríguez Clara, en el año de 1922.
INTRODUCCIÓN
Cuando era Congregación del Municipio de San Evangelista (antes de
1960), uno de los más extensos territorial mente del Estado de Veracruz, se
llegaba a ella por polvorientos caminos deherradura, y por ensordecedor rechinido
de los rieles del ferrocarril de Veracruz al Istmo y del Ramal de San Andrés Tuxtla.
El viajero de las comunidades de su entorno, en su mayoría campesinos,
tuvo el placer y emoción del espectáculo ecológico de la Llanura Sotaventina,
como el estampido de las codornices por el estornudo espumoso de su
cabalgadura, o por la liebre veloz buscando el refugio de“Las Cardoneras" (ya
desaparecidas); también oír el canto estridente de las chachalacas, o el del pájaro
vaquero siempre oculto en el ramaje, pidiendo agua al cielo. Ya para llegar a las
primeras casas de techo de palma y cercadas de madera o yaguas, oía el canto
gallardo y bravío de los gallos de combate, esos "Príncipes Emplumados" que
siempre le han dado fama a Rodríguez Clara a nivelcontinental.
Por el ferrocarril del Istmo, así como por el ramal de San Andrés Tuxtla,
llegaba mucha gente a vender sus productos agrícolas, como maíz, frijol,
calabaza, chayotes, etc., también aves de corral o productos de ellas (huevos). Al
mismo tiempo aprovechaban comprar menesteres para sus hogares como:
azúcar, sal, café, huaraches, zapatos, ropa, limas, morunas, etc. Del norte veníanviajeros de diferentes casas comerciales y de ciudades importantes, a surtir
tiendas de abarrotes, ropa y zapatos; desafortunadamente también cerveza y licor.
Cuando llegaba el tren anunciando a silbatazos su presencia, los chamacos
corrían a los gritos: ¡Ya viene la burra!. .. , para ganarse unos centavos cargándole
la maleta a los viajeros y llevarlos al hotel de su preferencia. También son muydignas de mención las vendedoras de comida a bordo, con sus mandiles y gorros
blancos y canastas repletas de sabrosas piernas y pechugas de gallinas, así como
huevos cocidos, chiles rellenos, atole y café.
El ferrocarril fue el primer vehículo de cultura, pues con él llegaron los
primeros maestros, libros, periódicos y revistas que despertaron el interés de la
gente del pueblo paracultivarse. Por esta importante vía de comunicación, que se
puso en servicio a principios de siglo, y que inauguró el Gobierno Porfirista, se dio
a este lugar el nombre de "Rives", para honrar el apellido del Ingeniero que hizo
los trazos de ella. Por el año de 1915 llevó el nombre de Nopalapan de Zaragoza,
porque era embarcadero de ganado de la importante y famosa hacienda de
Nopalapan; después...
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