Monologo Mujer Antartida

MONOLOGO MUJER
La Antártida no es tan diferente
Mi amigo Oliver es muy simpático. Cuando llegó de un largo viaje del sur y se sentía como… raro. No conocía a nadie. Me contó de su viacrucis para llegar hasta acá, de cómo en medio de un interrogatorio le revisaron minuciosamente las maletas en el aeropuerto buscando algo indebido, cuando él desde un principio declaró en la aduana que solollevaba un poco de pescado. Me contó de las broncas para hacerse entender, de como el taxista que primero no lo quería subir, luego lo trajo dando vueltas para cobrarle más. De las bromas hirientes, como cuando no alcanzó el mingitorio en el baño de un restaurante de Polanco. De las críticas a su color… bueno, a sus dos colores, a su forma de caminar así como balanceándose -que es algo que a mí meencanta-.
Cuando mis papás lo conocieron se les enchuecó la cara; me decepcionaron. Un día voy a tener que hablar con ellos, no me gusta, pero voy a tener que hacerlo… También cuando lo lleve a la fiesta del cumpleaños de mi amiga Mariana fue imposible permanecer más de 20 minutos ahí. Hasta la gente más cercana nos puede sorprender. El colmo fue cuando fuimos al museo, a la exposición que a Olivertanto le ilusionaba y me dijeron que no aceptaban mascotas; nunca vi tanta tristeza en los ojos de mi amigo como aquel día. Oliver vivió en carne propia los prejuicios y las injurias de todos nosotros: en la calle, en el transporte público, en bares y restaurantes, en cines y plazas comerciales. Recibió humillaciones con propios y extraños, en lugares públicos y privados. Por no hablar nuestroidioma, por profesar como religión lo que su naturaleza le dicta, por vestir solo su plumaje fino, pero sobre todo, por el hecho de verse diferente, mi amigo pagó un precio muy alto.
Pero el tema no es que Oliver se la pasó muy mal entre nosotros; el tema, el verdadero tema, somos nosotros haciendo que los otros -que no son como nosotros- no la pasen nada bien. A veces quisiera parecerme más aOliver y menos a…
Por eso al ver el dolor y la impotencia en sus bellísimos ojos negros me dije: Esto es una cuestión de principios. Basta. Basta de discriminar en razón de la apariencia, el género, el color de la piel, la estatura, la raza, el peso, el idioma, la nacionalidad, la condición social, la orientación religiosa, política o sexual. ¿Nunca se han preguntado cómo podemos cargar con tantabasura en la cabeza? De verdad: Basta de intolerancia. Basta de repudio a lo que es diferente por el solo hecho de ser diferente. Como si venir de la Antártida fuera una cosa escandalosa, peligrosa o inmoral; como si al llegar aquí, a visitarme, Oliver hubiera infringido una ley universal. En verdad me preguntaba entonces, y aún me lo pregunto: ¿Con qué derecho? Aquí el riesgo es que lo que digaparezca un regaño y no es esa mi intención… pero si ustedes hubieran visto el dolor y la humillación. Si Oliver fuera su amigo… o si alguno de ustedes hubiera estado en su lugar. Nunca es fácil ponerse en los zapatos del otro, ¿verdad?
Oliver es un tipo adorable, es brillante y tiene un gran sentido del humor. Es leal y es un gran padre; podría yo contarles historias impactantes de su vida personal,como su compromiso y amor incondicional para los suyos, o como su presencia amorosa durante la gestación y el alumbramiento de sus hijos… en fin, mi amigo es increíble; no le hace daño a nadie y vive siempre acorde a las reglas de la naturaleza. Es muy elegante y muy cariñoso. En el tiempo que estuvo aquí, y a pesar de todas las ofensas, jamás mencionó algo que nos descalificara a ustedes o a mípor ser diferentes a él; se integró al entorno y a pesar de que el pobre siempre tenía calor, acepto nuestra realidad con la mayor desenvoltura que le fue posible. Una vez leí que la mente es como el paracaídas, que solo funciona cuando está abierta; la mente de Oliver es así. (Pausa). Al principio pensé que debería sentir pena por él debido a todo lo que ha tenido que pasar, pero en realidad no,...