monologo sobre el parto
Por Halma Chávez
Fui al ginecólogo el día de mi última cita, aún lo recuerdo: 9 de abril, a las 9 de la mañana… él muy serio, hizo el tacto de rigor y me dijo que ya comenzaba eltrabajo de parto con una dilatación de 2 y que seguramente durante la madrugada yo tendría en brazos a mi hijo.
Regresé a casa. Y pasaron el 9, 10, 11 y llegada la mañana del 12 de abril, como quecomencé a pensar que algo extraño pasaba. El crío seguía moviéndose, lo que indicaba que no había prisa. Después de dejar un recado por si me extrañaban, me fui a ver qué sucedía con el hijo éste que aúnno quería nacer.
En urgencias me dijeron que ya no podía regresar a casa. Tenía 4 de dilatación. Y seguí teniendo 4 de dilatación durante el resto de la mañana. Como la cosa no iba para ningúnlado, el ginecólogo de turno decidió echarme una manita poniéndome una pastilla que disolviera el tapón del cuello uterino. Y nada. Otra pastilla. Y nada.
Ya después de algunas horas, entró en acciónla enfermera con un suero dilatador porque no se veía que el bebé tuviera muchas intenciones de salir por su propio pie.
Y a partir de ese momento comenzó la carrera… sentí que algo ahí comenzaba arevolverse sin darme un descanso, dolores interminables que me aturdían iban y venían sin previo aviso… a todo el que pasaba le pedía que me pusiera anestesia hasta que un médico me explicó muysereno que no, que ya era demasiado tarde para que me hiciera efecto porque estaba a nada de dar a luz.
La barriga convulsa me impedía mirar en qué estado se encontraba mi parte pero yo la imaginaba comovolcán en erupción, vomitando fuego y teniendo a godzilla atravesado y sin poder salir por ese orificio tan pequeño para su tamaño
De repente, coronó. Qué cosa más espantosa. No sé si esprocedimiento normal o es que el chamaco se quedó varado en la entrada pero me dieron un tajo en el perineo, así en carnita viva, y para permitir la salida del producto con mayor facilidad. En realidad ese...
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