monologo tokio blues

Reiko en la residencia Ami o la residencia Ami en Reiko
Era otro día en la residencia Ami, uno más de los siete años que llevo acá, el mismo lugar con las mismas paredes blancas de siempre, con el mismo río que fluye a la izquierda y el bosque que se encuentra a la derecha. El mismo frio que se siente todas las mañanas aquí. Hoy llevaba el pelo mal cortado y con un flequillo que me caíapor la frente, estaba vistiendo una camisa de trabajo azul, encima de una camiseta blanca, unos holgados pantalones de algodón color crema y unas simples zapatillas de tenis. Me encontraba caminando por la rotonda como lo hacía todas las mañanas, cuando de repente lo vi, era un chico flaco, alto y bastante agraciado para ser paciente, me senté al lado de él y cruce las piernas, le tomé la mano y laempecé a estudiar después de un rato, cuando vi que no decía nada me atreví a decirle.
Tú no has tocado ningún instrumento musical al menos durante los últimos años.
No - me respondió sorprendido.
Lo dicen tus manos- le sonreí.
Él solo asintió, tomé un paquete de seven stars de mi bolsillo y me metí un cigarrillo en la boca, le prendí fuego y luego de aspirar una bocanada de humo le dije.Verás… te llamas Watanabe, ¿no? He pensado que, antes de que veas a Naoko, será mejor que te explique cómo funcionan las cosas, así que primero charlaremos tú y yo.
Era medio tímido pero escucho mis palabras sin ninguna interrupción, mientras caminábamos por el pasillo a ver a Naoko pude notar el asombro en sus ojos, ese brillo que uno tiene la primera vez que llega a la residencia Ami un lugarasí de tranquilo y lujoso no es fácil de encontrar. Bajé la escalera y fui hasta el comedor de la planta baja. Imagine que debía tener hambre por el largo camino que tuvo que hacer para llegar aquí. El menú de hoy consistía en un estofado de patatas con fideos, ensalada, zumo de naranja y pan, vi como Watanabe se comía todo lo que había en el plato sin dejar ni una miga.
Después de hablar un ratocon él me pregunto si era la medico que lleva a Naoko cuando respondí que no, descubrí que ella jamás había hablado de mi con Watanabe, siendo que yo era su compañera de habitación y mejor amiga. Era un chico bastante simpático estuvimos hablando mucho rato hasta que me pregunto.
¿Por qué llevas siete años aquí? Hasta ahora no me ha parecido que estés mal.
Y ahí fue cuando no supe queresponderle, parecía una persona normal, creo que lo soy, pero ¿qué me espera afuera?, no tengo amigos, ya no hablo con mi familia, llevo siete años aquí ya no conozco otro mundo que no sea este, no le veo ninguna ventaja de salir.
Seguimos hablando y le conté que las normas decían que estaba prohibido que él durmiera con Naoko, y aunque entendía su necesidad de estar con ella, una persona del exteriortampoco podía estar a solas con un paciente, el solo asintió sin quejas, Naoko me había hablado bastante de él, creía saber más cosas de las necesarias, pero sabía que cuando yo no estuviera él cuidaría de Naoko como ella se lo merecía
Pasaron los días muy rápido, y entre canciones que tocaba y las interesantes historias que tenía Watanabe del mundo exterior, me hizo pensar que el mundo estámuy cambiado desde que entre a esta residencia, no creo poder adaptarme a un mundo tan rápido, aquí tengo todo lo que quiero. Se me hizo muy corto el tiempo que paso con nosotras, en estos siete años he visto entrar y salir mucha gente pero nadie como él, me gusta su presencia se nota que quiere mucho a Naoko, y estoy segura que la cuidara cuando salga de aquí.
Watanabe partía mañana a las 9,lo iba a extrañar, me había acostumbrado a su presencia estos días, Naoko estaba un poco cansada así que salí a caminar con él, entre charla y charla, no sé porque pero sentí que tenía la necesidad de desahogarme, no sabía cómo lo iba a tomar Watanabe, no sabía si iba a juzgarme, apoyarme o solo asentir, pero me arriesgue a su respuesta y le empecé a contar.
Le comente que de joven, yo quería...